Las personas que hemos conocido en BDSM, con las que podemos ser naturales, se sorprenden mucho cuando me oyen hablarle de Usted. Quizá pueda parecer demasiado rimbombante, protocolario, creo que suena demasiado grande en mi pequeña boca. Pero el Usted fue en su momento la clave de todo, la pieza que faltaba en el puzle.
Yo lo llamo de usted siempre, siempre que puedo claro… ¿Por qué? ¿Ha sido así siempre?¿En qué momento surgió? Voy a tratar de explicarlo todo y sobretodo el por qué es tan importante.
Os vuelvo a poner en situación una vez más, cuando nos conocimos yo tenía 17 años y Él 20. Cuando empezamos a intentar ser una pareja D/s ya llevábamos 4 años de complicidad, de tratarnos de tú a tú, de reírnos juntos por cualquier cosa, de poder chincharle siempre que quisiera, de llevarlo al borde de su paciencia cuando me daba la gana. Quiero que entendáis que Él nunca fue un hombre normal, no es que fuese bueno conmigo o que me respetase, es que siempre me trató mejor de la cuenta, me soportó más de la cuenta. Pero no en plan calzonazos, sino en plan voy a aguantarme porque la quiero, porque a las mujeres se las respeta, porque Él siempre ha tenido un sentido de protección muy fuerte, no quería soplarme por no hacerme daño. Os podéis imaginar la visión que yo tenía de Él, lo amaba con locura pero siempre de igual a igual, e incluso confesaré, que a veces me sentía un poco por encima… Y llegó ese día, el día de la confesión, el día que lo cambió todo.
Empezamos este proceso lento y complejo pero que al fin nos hace felices… Al principio todo se redujo al sexo, luego pasamos a los pellizcos cuando tenía faltas de respeto, luego a los castigos con la correa, las bofetadas, las normas… Fuimos evolucionando pero siempre sentía que me faltaba algo, no terminaba de borrarme esa imagen de novio de los primeros años, seguía viéndolo de tú a tú. No sé explicarlo, eran situaciones que me excitaban y me llenaban momentáneamente, pero no era un sentimiento continuo que es lo que siempre busqué. Él se enfadaba conmigo cuando se lo decía, el pobre ya no sabía qué más hacer, no iba a estar todo el día castigándome o humillándome para que lo sintiera por encima de mí.
Recuerdo el día que me recomendaron que leyera 50 sombras de Grey, fue una pareja de amigos, ella me lo contaba en plan: verás como te espabilas. Me molestó un poco, dio por hecho que yo era sosa en la cama. No le guardé rencor, de primeras, más por aquella época, puede parecer que soy sosilla, vergonzosa y un poco pava. El caso es que por curiosidad comencé a leerlo. No tenía expectativas en él, no me habían dicho ni de qué iba, así que cuando ví que se encaminaba un poco al BDSM me alegré y me piqué. Por qué os cuentos esto, pues porque si comencé a llamarlo de usted fue gracias a ese libro, a todo se le puede sacar algo positivo. Ni siquiera recuerdo si es que en el libro decían algo de eso, el caso es que fue a raíz de una conversación sobre 50 sombras. Estábamos cenando una noche en la mesa de la cocina, lo recuerdo perfectamente, uno sentado al lado del otro y me dijo: “Pues a partir de ahora vas a llamarme de usted”. Recuerdo la risa floja que me dio, me hacía ilusión pero me daba muchísima vergüenza. Con la complicidad que tenemos, con lo cercanos que hemos sido siempre ¡¿ Cómo voy a llamarte de usted?! , “Bueno, no lo hagas si no quieres, pero atente a las consecuencias”. Sí, me he ganado muchos castigos por ello. El caso es que un cambio en apariencia tan simple, que para otros no sirve, para nosotros fue lo mejor. Me dí cuenta que el ustearle me alejaba un poco de Él tal y como lo conocía. Borraba todo ese pasado que enturbiaba al Amo y sumisa que somos ahora. Tened en cuenta que un Amo y una sumisa que se conocen ya en esa posición tienen más fácil saber cuál es el sitio de cada uno. Pero cambiar un tipo de relación por otra dentro de una pareja es muy difícil, tienes a la misma persona delante, tienes que cambiar el comportamiento que te sale natural.
El usted es algo que me encanta, al principio me sentía ridícula hablándole así, pero ahora no lo concibo de otra manera. De hecho cuando estamos delante de otras personas intento estructurar las frases para no tener que tutearle. En vez de ¿Quieres pan? Pregunto ¿Pan? Y si me apuráis acabo la pregunta con un Amo silencioso. Y no sólo por mí, sino porque sé que odia oírme tutearle, sabe que tengo que hacerlo pero se le agarra un nudo en el estómago. Ha sido difícil, para variar, ha habido situaciones que me han hecho dudar. Recuerdo una Navidad que su abuela estaba en el hospital y Él pasó unos días duros, yo le hablaba por el móvil y no le hablaba de usted, como si en esos momentos nuestro “teatro” tuviera que cesar por cosas más importantes, yo realmente creía que le hacía bien. Recuerdo lo triste que estaba y recuerdo que dijo que yo lo ponía aún más triste porque veía que esos días no estaba igual, que necesitaba sentir que yo era Suya siempre, no a ratos. Tiene mucha gracia, de verdad, cuando escribo me doy siempre cuenta de que lo que yo siempre he exigido, los comportamientos y pensamientos que siempre me ha dado miedo que Él tuviera, los he tenido yo…
A veces cuando leo cosas, sé que aparentemente infringimos normas o condiciones del BDSM y el Usted es una de ellas, no por el Usted en sí, sino porque fue una manera de indicarme mi sitio, de hacerme sentir inferior a Él. Sí, habéis leído bien, inferior. Sé que muchos defendéis que la sumisa no es inferior al Amo, y probablemente en los demás yo estoy de acuerdo, pero en mi caso no. Yo necesito sentirme inferior a Él, creo que porque necesito sentir la diferencia de nuestra etapa anterior, creo que los dos lo necesitamos. Es curioso que para poder tener una relación D/s sólida hayamos tenido que infringir esas “normas”. Es curioso que para sentirme bien como esclava necesito ignorar el SSC, por supuesto que siempre está presente, pero prefiero creer que no.
Sólo hay una cosa del Usted que no me gusta y es que hace como unos dos años que no le digo “Te quiero”. Por supuesto que digo “lo quiero”, ”lo amo” pero no sé por qué no me suena igual, el “Te quiero” tiene un poder especial. Aunque pensándolo bien prefiero no volver a decirlo, antes lo decía pero no lo demostraba, ahora no lo digo pero estoy entregada al 100%, creo que eso es mucho más importante que dos estúpidas palabras.
Y bueno, entre despistes delante de la gente, entre caras extrañas que me miran cuando le hablo en la calle… me pregunto por qué no puedo llamarle siempre de usted ¿Acaso no se hacía así antes, acaso no es una muestra de respeto y admiración? Un ejemplo más de que la libertad es muy relativa… Puede que ya se lo haya dicho a mis amigos, puede que se lo haya dicho a mi madre, pero sé que no me sentiré completamente libre hasta que no pueda hablarle como quiera donde quiera.
Al principio me sentía ridícula hablándole de Usted porque era sólo una forma de hablar, ahora es otra forma mostrarle mi respeto.
Me has dejado flipada, chiquilla, con lo mucho que coincidimos.
ResponderEliminarCoincido en la inferioridad de la sumisa. ¿Cómo vas a depositar toda tu confianza, dar tu cuerpo y tu alma, entregarte por entero a un igual? Para mi es indispensable una profunda admiración.
Lo mismo me pasaba con el "te quiero". Le quiero (la RAE permite el uso del "le" en este caso, aunque lo desaconseja) decía yo, y siempre me parecía que faltaba algo. Supongo que es la fuerza de la costumbre, más que del sentimiento que se le confiera a una u otra forma de hablar.
"El usted es algo que me encanta, al principio me sentía ridícula hablándole así, pero ahora no lo concibo de otra manera. De hecho cuando estamos delante de otras personas intento estructurar las frases para no tener que tutearle. En vez de ¿Quieres pan? Pregunto ¿Pan? "
¡SIEMPRE hacía eso al principio! Como buena anarquista anti-autoridad (xD) siempre he odiado los símbolos jerárquicos y me he llevado castigos por negarme a tratar de usted a profesores y demás... Cuando él me dijo que le tratara de usted casi me da algo. Tardé tiempo en acostumbrarme y estuve mucho usando esa treta de construir las frases en impersonal... pero me pillaba siempre xD Ahora cuando un Dom me infunde respeto, el tuteo se me cambia a un trato de usted sin querer. No lo hago con todos, ni conscientemente, y si me lo piden en seguida me dan menos ganas de hacerlo porque pierden autoridad... pero hay algunos que lo merecen, con los que no es un teatro, sino que te sale colocarte en esa posición subordinada, inferior y tratarles así.
Me enrrollo como las persianas, joé. Me encanta leerte, amigüita.
Un besazo y mis respetos a tu Amo :)
Ainss el Usted!! Muchas veces me demanda....pero me resulta "ridículo". Cuando durante tantos años ha sido pareja vainilla.....cuan difícil se hace ese respeto!! Como tú pienso que es necesario....y me ayudaría a separar ese antes....y ese después que ansiosamente busco.
ResponderEliminarBesos amiga. Muakss