viernes, 29 de mayo de 2015

Entrevistando a Pelusilla II

Continúo con las preguntas que me hizo una lectora por mail, y que empecé a responder en este post:

¿Aceptas que tu Amo esté con otras sumisas?
Bueno, este es un tema complejo, que justo el otro día estuve dándole vueltas… Yo soy una esclava, en teoría acepto cualquier cosa que quiera hacer mi Amo. Pero vamos a ser sinceros, somos personas, somos un matrimonio y una no es de piedra. Así, en general, mi Amo puede estar con la mujer que quiera, la única condición que pongo es que me lo cuente, creo que es poco pedir. Como he dicho soy humana y los celos pueden aparecer, pero son unos celos controlados que, más que hacerme sentir mal, me excitan. Pero me propusieron que matizara más, que distinguiera entre cómo me sentiría si tiene sexo con una chica vainilla y una sumisa. Le he dado vueltas y cada cosa tiene sus pros y sus contras. El sexo con una chica vainilla en principio tiene la ventaja de que, de alguna manera, me hace sentir más segura, sé que ella no le va a dar algo que necesita, es decir, me voy a sentir por encima de ella para Él. Pero hay algo que no me gustaría, y es que imaginarlo teniendo sexo vainilla me confundiría, o me enturbiaría un pelín la imagen que tengo de Él, quizá sea porque a mí el sexo vainilla me aburre, así que no entendería muy bien qué buscaría en el sexo sin dominar. Bueno, quizá solo sea que le atrae esa chica y se la quiere follar, pero no sé, yo pienso en follar con un hombre que no quiera dominarme y no me atrae nada de nada, quizá por eso no lo comprendería. Y qué pasa si es con una sumisa, quizá me sentiría más insegura o más celosa. Ella le puede dar, teóricamente, lo mismo que yo. Una sesión es algo muy íntimo, e imaginarme a otra viéndolo de la misma forma que lo veo yo me da más cosquillitas en el estómago de lo normal, pero reconozco que me excita mucho más que la situación anterior. Veo más natural que un Amo tenga sexo con una sumisa que con alguien vainilla. Así que si tengo que escoger prefiero que sea con una sumisa, y si puedo estar delante para verlo... ¡Mucho mejor!
Creo que en nuestro caso la confianza es fundamental, sé que esté con una chica vainilla o una sumisa, siempre estaré por encima para Él, ya que le doy más que sexo, incluso más que entrega, nos queremos y eso no lo puede cambar nadie, y si cambia, es que ya no nos queremos lo suficiente y si es así prefiero descubrirlo, aunque duela.


¿Has estado con hombres delante de Él? ¿O con mujeres?
Sí y sí. He estado con hombres delante de Él, curiosamente con más hombres que con mujeres, que son más reacias a jugar. Me ha cedido a hombres, sin que entre ellos hubiese juego, y hemos jugado con mujeres teniendo sexo entre los tres, no sé si me explico. Pero aún no estoy satisfecha a este respecto, ni con ellos ni con ellas, porque no eran dominantes y sumisas. Y, en contra de lo que siempre pensé, los mejores tríos han sido con una mujer. Con los hombres en mi cabeza es más excitante pero, a la hora de la verdad, me siento extraña y no consigo excitarme del todo, me pongo muy nerviosa, me da vergüenza y noto mucho que no es Él. Además, los hombres a los que me ha cedido me tratan demasiado bien, y eso hace que pierda toda la magia jaja. Lo que me excita de que me ceda es sentirme un objeto, que debo obedecer y punto, sin ue importe lo que yo quiera. Si empiezan con regommellos en plan "Quizá no quiera""¿Te importa que te toque?""A ver si le va a doler"... la situación pierde todo el morbo. Con las mujeres es distinto, hay más complicidad, aunque físicamente me guste menos, mentalmente estoy más tranquila, y que toda la atención no esté puesta en mí me relaja bastante.
Delante de mí no ha estado con otras mujeres, en el sentido de yo en un rincón mirando, que por cierto es otra fantasía sin cumplir, pero en esos juegos sí lo he visto interactuar con ellas mientras yo estaba fuera de la situación. En una ocasión que estábamos otra mujer y nosotros, me quedé apartada un poco, lo ví masturbándola entre Sus brazos, susurrándole al oido. Otra noche jugamos con una pareja, mientras yo estaba con el hombre lo vi teniendo sexo con ella, vi cómo ella se la comía, algún día contaré esta experiencia que comenzó un poco regular y acabó de una forma que aún me excito mucho cuando recuerdo cómo la sometió… En estas ocasiones no sentí nada extraño, al revés, son de las escenas que más me excita recordar.


¿Tienes alguna fantasía que no se haya cumplido?
Tengo muchas, ese es el problema de tener una mente como la mía, que he imaginado cientos y cientos de fantasías. Pero bueno, por decir alguna concretamente y que tengo más presente, es la de tener amigos y amigas que practiquen BDSM, que lo vivan con la misma seriedad que nosotros y de vez en cuando jugar con ellos. Me refiero tanto a parejas como a un Amo o a una sumisa. Aunque mi fanatsía suprema sería que existiera una comunidad como la de Historia de O, llena de Amos, Amas, sumisas y sumisos. Que fuese todo protocolario, que Él tuviese todos esos amigos Doms, que de vez en cuando se hicieran sesiones conjuntas, cenas, actividades sexuales... pero desde la seriedad.


Y aquí concluyo por hoy, pero no creáis que esto acaba aquí, continuará...

miércoles, 27 de mayo de 2015

Los atributos de un Amo

Al igual que pasa con las sumisas, de lo que os hablé en este post, tenemos una imagen definida de cómo debe ser un Amo, me atrevería a decir, que en este caso es incluso más encasillada. Hemos idealizado a un personaje seguro de sí mismo, cabroncete pero amoroso, sádico pero con un instinto protector, con las ideas muy claras, de carácter duro pero que sabe abrir su corazón cuando la situación lo requiere, un personaje que controla todas las técnicas con maestría, sin debilidades, culto… y si encima es guapo y lleva traje ya es el súmmum de la perfección. ¿Es esta imagen real? En mi opinión no es cierta, por mucho que una persona se acerque a ella nunca será ese personaje, precisamente porque imaginamos un personaje, no a una persona. Un Amo es un hombre con tendencia dominante, los habrá más cariñosos, más sádicos, más simpáticos, más serios, los habrá con traje y en vaqueros, los habrá de tantos tipos como hombres haya…
Aunque no todo vale, en este caso voy a recalcar que sí hay unos atributos que, en mi opinión, un Amo debe tener ¿Por qué? Porque en un Amo se deposita mucho, empezando por tu integridad física. El primer atributo indispensable, para mí, es que sea una persona responsable. La práctica más simple en BDSM conlleva un riesgo y por lo tanto una responsabilidad por parte de aquel que la practica. El sencillo gesto de atar unas muñecas ya le quita autonomía a la persona atada, es por ello que hay que pensarse muy bien a quién dejamos que nos ate. Mi segundo atributo indispensable es la sensibilidad, y no me refiero a la de ir llorando por los rincones, me refiero a esa que te hace saber ponerte en el lugar del otro. En estos años he cambiado mucho, a mejor, y ha sido gracias a que Él ha tenido esa sensibilidad, ha sabido ver lo que necesitaba en cada momento, desde un beso a una bofetada. Mi tercer atributo indispensable es que sienta cariño por la sumisa, es cierto que mi relación es 24/7, vivimos cada momento de nuestras vidas juntos, yo sin amor no podría vivir así, pero en los otros tipos de relaciones D/s también creo que es indispensable, si no el amor, el cariño. Hay prácticas duras, humillaciones y demás que requieren un tratamiento de ternura después, si lo único que le gusta de estar contigo es poder sacar el sádico que lleva dentro y luego con dos palmaditas en la cabeza cree que ya está todo hecho no es un Amo, será otra cosa, pero un Amo no. Y ya está, para mí eso es lo indispensable, fijaos que no he hablado de lo seguros que estén de ellos mismos, ni de los justos que puedan ser, ni de la experiencia, ni de lo bien que se les dé atar, no hablado de que les guste más una cosa que otra… eso son características personales, cada sumisa sabrá lo que busca. En cuanto a la experiencia especificaré que, aunque siempre es un grado, no la considero indispensable, con el atributo de la responsabilidad se contrarresta. Yo me entregué a un Amo inexperto y aquí sigo vivita y coleando, pero lo hice porque sé que es tremendamente responsable.
Y hasta aquí este post, contadme qué os parece, qué otros atributos indispensables pensáis que debe tener un Amo.

martes, 19 de mayo de 2015

Albaraka

Hoy os traigo una serie de sensaciones que me provocó hace poco un libro. No es un libro sobre BDSM, nada sexual, pero este blog va también de esa búsqueda que tenemos muchos, ese querer ser feliz. En mi búsqueda han habido y hay muchos elementos que la favorecen: películas, canciones, conversaciones, libros... cosas que han llegado en el mejor momento, cuando más lo necesitaba. Yo soy resultado de muchos factores, y me gusta mostraros algunos de ellos.


El libro que os quiero enseñar es "Tras la bruma.Albaraka" es el primer libro de una joven escritora, ha llegado a mis manos por una serie de circunstancias y lo leí un poco por compromiso. Me llevé una gran sorpresa, me regaló emociones.

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Estoy sola en mi habitación, me tumbo en la colcha morada hippie que me encanta… La vida ahora mismo es una mierda. Tengo 15 años y mi mundo está patas arriba, tengo los deberes sin hacer, pero me da exactamente igual… Cojo un libro, quiero evadirme de todo, quiero meterme en Macondo y su historia. Paseo por las líneas de García Márquez, parece que estuviese a mi lado contándome la historia. 100 años de soledad me gusta pero menos que el imposible amor de los tiempos del cólera.”Crónica de una muerte anunciada” fue la que me desvirgó, fue cuando conocí un escrito que me transmitía esa melancolía, esa belleza que tienen las historias cotidianas que acaban suavemente mal. Adoro lo que me hace sentir, esa pena, ese saber que nada va bien, las letras me mecen y me arrullan, hay cosas que no entiendo, partes que quizá sea incapaz de comprender, pero me da igual, leo y leo, hipnotizada, no busco entender la historia, quiero ¡No! necesito esas sensaciones que me transmite. Me hace sentir especial, como si fuese la única persona en el mundo capaz de disfrutar de esa obra. Qué más da que sea un éxito, que sea un indispensable para muchos, en ese momento me siento como el que encuentra un tesoro tras seguir las pistas que dejó un temible pirata. Yo tengo el tesoro, yo he sido capaz de desvelar el mapa. Pasé mucho tiempo leyendo ese libro, los estudios no me dejaban tiempo, así que fue mi compañero en muchas situaciones, pero inevitablemente llegué al final. No me preguntéis cómo acaba, ni siquiera recuerdo muchos detalles, solo sé que lloré, me pasé el resto del día triste, dónde encontraría ahora esas sensaciones…
Me planto ante la pantalla del ordenador, odio leer los libros así, me gustaba el olor de las hojas. Compro un libro en Amazon, lo compro por una serie de circunstancias que ignoran las pocas ganas que tengo de leer últimamente. Aquella voracidad lectora desapareció, quizá por las obligaciones, quizá porque simplemente no tengo ganas. Me siento en el sofá, las niñas saltando a mi alrededor, comienzo a leer casi por obligación… Y sin más, despacito, ante mí aparece Albaraka, un lugar que goza de la misma magia que Macondo. Me identifico con la protagonista y su búsqueda, quiere encontrar quién es, yo también, acabo enfadada con ella, pero ese enfado natural, ese enfado que te da cuando descubres cosas de ti misma que no te gustan. Noto la ternura de Lucerina, esa entrega, ese querer que alguien sea feliz porque sabes lo especial que es aunque no lo vea. Y Dario, mi querido Dario, reconozco el amor en él, reconozco los gestos que mi Amo tiene conmigo, un hombre sencillo capaz de amar como pocos… Y vuelve esa melancolía, esas sensaciones a mi corazón. Cómo explicar esto, me pregunto, cómo explicar que hay libros que no cuentan nada y te lo cuentan todo, que hay libros de los que no se harán películas porque son sus letras las que te gustan, las que transmiten. Y mi adorado bigotudo aparece ante mí, le sonrío, cómo no hacerlo con ese hombre que me enseñó lo bien que sonaba decir puta, si se sabe lo que esa palabra esconde.
Ya no es Macondo, Macondo desapareció con la tristeza de mi adolescencia, se esfumó con su escritor y todo lo que me recuerda. Pero ahora sé que puedo ir a Albaraka, un lugar que he descubierto más contenta, en un momento mejor de mi vida, que me ha dado de nuevo esas sensaciones que sí añoraba.
Guardaré este libro, sí, lo pondré al lado de García Marquez en la estantería de mi corazón. Bueno, primero limpiaré el polvo y las telarañas, hacía mucho que no iba por allí.

viernes, 15 de mayo de 2015

Dioses y monstruos

Play y a disfrutar de esta canción. Follar con ella de fondo es maravilloso...

Gods and monster - Lana del Rey

Tengo los ojos cerrados, los músculos de todo el cuerpo apretados, no quiero que el golpe me pille desprevenida, no quiero la sorpresa del dolor. Me contengo, no quiero gritar, no quiero llorar, yo pedí esto, es mi obligación ahora contenerme. Yo decidí ser esclava, tengo que acallar esa horrible voz que me dice que esto no me gusta. Y es que en este mundo de entrega, dolor y marcas me siento una niña delicada a la que no se le puede tocar. Y aquí eso no vale, eso no es ninguna virtud, aquí eso es motivo de ser señalada, es motivo para que no reconozcan que eres sumisa. Y yo lo soy, no puedo vivir sin pertenecerle, pero… calla estúpida, los dioses leen el pensamiento, no querrás que oiga que odias estar en pompa esperando el azote… calla estúpida, sabes que si lloras, que si reconoces que no te gusta el dolor puedes hacerle dudar, sabes que te quiere demasiado, que es un Amo más protector que sádico, que es un Amo que prefiere dominar con gestos que con golpes, que si lloras puede que lo hagas sentir mal, aguanta, no seas esa puta caprichosa que eres siempre, calla y no llores. En estos años nunca había llorado por los azotes, y me extraña, siempre he sido débil físicamente, una llorona que con 28 años hipa por cualquier coscorrón, pero en los castigos y en las sesiones nunca. Sí he llorado por decepcionarle, sí he llorado por sentirme una sumisa horrible, he llorado por creer que no soy suficiente, que no estoy a la altura, pero ningún azote ha arrancado un llanto sincero de mi garganta.


Una mañana se lo dije, una mañana me planteé que no puedo controlarlo todo, que no puedo reprimirme más, es lo que he hecho siempre, intentar que las emociones no me pillen desprevenida. Pero con ello les quito intensidad, quizá era el momento de relajar los músculos, de dejar de apretar los ojos y probar el sabor de un azote de improviso, a qué sabe una situación cuando dejas de controlarla. Me ató, me prometí dejarme llevar, dejarme reaccionar como me saliese. Y me adentré en la tierra de los monstruos, arrastrándome, llorando y gritando que no podía más, pero no eran súplicas, era mi voz real, era la verdad saliendo de mi boca, quería que lo supiera, que viera las lágrimas rodar por mis mejillas, sabiendo que no podía más pero que poco importa eso, que se dice basta cuando Él dice basta. Me retorcí, lloré y me aparté, esa noche fui la peor sumisa del mundo, si no hubiese estado atada quizá hubiese salido corriendo. En mi mente me grité lo que nunca me había gritado, que eso no me gusta, que no me gusta el dolor y los azotes, que no me gusta, que no quise ser sumisa para eso, aunque asumo que forman parte de ello, pero que te guste una película, no significa que te guste cada segundo de la misma, me gusta la sumisión pero no los azotes. Me quitaba y lo miraba, veía la furia en sus ojos, tenía ganas de apalearme allá dónde cayera el golpe, odia que me quite, enciende la ira dentro de Él, esa mirada sólo sale en algunas ocasiones, y me asusta… Pero esa mirada es la que da sentido a todo, me hace evidente por qué hago las cosas, no me estoy quieta y callada por mí, si no por Él, yo no quiero estar ahí pero estoy.
A veces necesitamos no controlar, sé que no me porté bien, pero lo necesitaba, necesitaba llorar por los golpes, necesitaba encontrar mi posición, necesitaba liberarme de esa carga que me decía que si eres sumisa tiene que gustarte que te azoten. Soy Su esclava, haré lo que desee, asumiré Sus decisiones. Sé que no es perfecto, ninguno lo somos, pero ya lo sabía cuando me entregué. Estoy dispuesta a servir al dios y al monstruo, a veces lloraré y suplicaré, pero eso no significará que desee otra cosa, no significa que no quiera estar allí sufriendo para Él.
Quiero encontrar la paz, quiero llegar a sentir que hago todo lo que puedo, quiero que se sienta orgulloso de mí, que me pasee por esta tierra de dioses y monstruos triunfante, como el que sometió a la niñata que no sabía en qué se metía. Tenemos que dejar de intentar ser perfectos, yo no soporto el dolor y a Él le gusta azotarme, tiene que aceptar que lloraré y no me gustará, pero que debe seguir haciéndolo, es el Amo, por mucho que yo llore jamás dudaré de que me entregué a la mejor persona que conozco, que por mucho daño que me haga no es nada comparado con todo lo bueno que me da. Y lo deseo, Sus ojos de ira y ternura, deseo ser un ángel en Sus manos de monstruo, en Sus manos de dios… Deme de beber de su ambrosía, haga que nunca pase esto, que el tiempo no lo consuma, quiero llorar por Sus azotes para siempre. Había una roca tapando el río y Usted la quitó y ahora quiero llorar en Sus brazos atemorizada por los miedos de este mundo de dioses y monstruos, ya sé que tenerlos no me apartarán de Él, ya sé que tenerlos y admitirlos es humildad, es reconocer que aún tengo mucho que aprender.
Lloré en mitad de este bosque oscuro en el país de los dioses y los monstruos, lloré porque no soy fuerte, porque no tengo que serlo, los golpes me duelen, las humillaciones me humillan, cuando la saliva corre por mi cara me angustio, y no pasa nada, es lo que se espera de mí cuando me escupe en la cara, ya está bien de hacerme la digna, eso aquí no vale. El monstruo me dice que me rebaje y lama el suelo, el dios me abraza y me dice lo maravillosa que soy por hacerlo. Quiero vivir eternamente en esta espiral de deseo, vergüenza, humillación y amor. Jódame una y otra vez en este bosque, jódame, jódame cómo cojones quiera, quiero vivir este infierno, y llorar, quiero llorar al fin. Hágame llorar por favor, convierta a esta niña caprichosa en un ángel, enséñeme mis debilidades, enséñeme que las niñas tontas en este mundo no valen, y yo no valgo para otro mundo.
En la tierra de los dioses y los monstruos yo era un ángel de alas caídas, Él un dios y un monstruo duro y hermoso.

martes, 12 de mayo de 2015

Entrevistando a Pelusilla

Las entrevistas es algo que siempre me ha gustado, cuando las leo me gustaría que me las hicieran a mí, estás expuesto a que te hagan preguntas que nunca te has hecho o que nunca te has parado a contestarte a ti misma. Hace poco os pedí que os pusiérais en contacto conmigo para sugerirme temas, o decirme cualquier cosas que os apreteciera. Me ha dado mucha alegría ver que algunas lo hayáis hecho, y podéis dar fe de que contesto, que es algo que os ha sorprendido a casi todas, antes o después lo haré siempre :). Bueno, pues una de las lectoras me hacía una serie de preguntas, me sentí como en una entrevista y me gustó, así que con su permiso las iré contestanto por aquí, y así introduzco otro tipo de post. A los que estéis dudosos de escribirme ¡Animaos! ¡Qué no muerdo! Siempre que seáis respetuosos claro... pero que sé que lo sois.


Pues empezamos estos post que tan pomposamente he titulado "Entrevistando a Pelusilla", pero es que me hacía mucha ilusión:


¿Qué es lo que más te gusta?
Hay muchas cosas que me gustan, muchas sensaciones que me llenan de emoción, pero como tiendo a ser demasiado empírica, voy a intentar buscar cosas concretas. Desde pequeña hay dos cosas que me han fascinado. Como os conté en el primer post, mi vecina y yo jugábamos a BDSM sin saberlo, ella me dominaba y yo me sometía. En casi todos los juegos, aunque cambiaba la situación, las cosas que pasaban eran casi siempre las mismas. Pero imaginar estas dos cosas me daba más cosquillitas de la cuenta. Nuestros juegos nunca eran reales, es decir, juagaba a que me pegaba pero no me pegaba, a médicos me ponía una inyección pero, por supuesto, no me pinchaba. Respecto a esto recuerdo que sí había algo que me hacía de verdad, cogía un lápiz con punta, me lo ponía en un cachete y me subía las braguitas para que se me clavara. No me hacía mucho daño, pero me daba una sensación real que me gustaba. Pero bueno, no me voy más por las ramas, las dos cosas que me han fascinado siempre son que me azoten en las rodillas y el sexo anal. Respecto a las rodillas tengo poco que añadir o contar, lo único que es algo que me excita más pensado que realizado, a ver, verlo sentado dándose en la rodilla para que me ponga en ellas sí me excita, pero una vez puesta, y ya sintiendo los azotes, esa magia infantil se me pasa un poco…
El sexo anal siempre ha sido mi pasión, creo que es el punto perfecto entre mi masoquismo y su sadismo. Me fascina lo mucho que le gusta a los hombres, no digo Doms, si no hombres, es la forma más básica de dominar. Tienen nuestros chochitos húmedos, calientes, que se abrirán sin problemas, pero ellos quieren ese agujero estrecho y que nos duele horrores abrir. Cuando era adolescente jugaba un poco con mi culito, una vez me puse un supositorio mientras me masturbaba, pero me escoció (sensación que odio por encima de todas) así que fue un fracaso absoluto. Pero en mi mente sí lo imaginaba, sí inventaba mil situaciones, aparatos y torturas, todas por el culo. Cuando lo conocí a Él nuestro sexo era alucinante, pero jamás pensé decirle nada de eso. Recuerdo una noche, habíamos alquilado una casa rural con unos amigos un fin de semana. Llevábamos unos pocos meses juntos, tres a lo máximo… nos pasamos el fin de semana follando como perros, no durábamos ni dos horas sin sexo, nuestros amigos hacían bromas, pero yo estaba en el paraíso. La noche del sábado la pasamos despiertos, solo sacaba la polla para cambiar de posición, fue una noche maravillosa. Ya casi al final, cuando el sol empezaba a entrar por la ventana, yo estaba subida encima Suya, cuando su mano poco a poco se dirigió hacia mi culito, como quien no quiere la cosa. Os juro que aluciné, no había nada que me pudiera apetecer más, no dije nada, los dos seguimos como si ese dedo no estuviera acariciando lo que estaba acariciando… hasta un tiempo después no lo comentamos. En los 4 años que estuvimos de novios vainilla, pocas veces intentamos tener sexo anal, y la verdad fueron un poco fracaso, ahora sé que el sexo anal sin una dominación más evidente no me funciona. Cuando le confesé lo que quería, cuando decidió intentar dominarme, lo primero que hizo fue follarme el culo, creo que estaba deseándolo… se subió encima de mí, comenzó a metérmela mientras yo me quejaba, “No voy a parar, lo siento pero no voy a parar, no voy a parar, lo siento” no paró de repetir aquello, y esa mirada apareció por primera vez ante mí. Hasta mucho tiempo después no conseguí correrme con la penetración anal y, según que posturas, aún hoy no lo consigo, por muy cachonda que esté. Que me folle el culo para mí es extraño, es un dolor prácticamente insoportable, unos días más que otros, sufro y sufro, hasta que un mecanismo en mi cabeza salta y aparece un placer muy intenso, mi teoría es que mi cabeza no puede soportar tanto dolor y manda un estímulo positivo para calmarme. Pero ese es el momento en el que tengo que tener cuidado, porque no controlo el orgasmo, y como tenga la desdicha de correrme mucho antes que Él… ahí ya no me queda más que soportarlo como pueda. Lo bueno, es que follarme el culo lo vuelve loco, y eso unido a mi cara mientras me corro hace que se vaya sin remedio. Y eso es otra cosa que adoro del sexo anal, Sus gemidos, esos gemidos diferentes a todos, ese sonido que hace que parezca que le duele de tanto placer…
Lo único que me da miedo es que mi culo se acostumbre, no quiero que se abra, quiero que siga apretadito… menos mal que de eso Él se preocupa mucho, me deja bastantes días entre una penetración y otra y a veces me pone un poco de hielo después de follarme.


¿Podrías actuar como switch o Ama?
En esto no tengo dudas, no, no podría ser switch, rotundamente no. Tengo una mente compleja que necesita mucha concreción, tener las ideas claras es para mí fundamental, no podría vivir sin saber cuál es mi sitio. Claro que esto está muy relacionado con mi forma de vivir la sumisión. SI no me vale ser sumisa solo un rato, no puedo ser switch o Ama. ¿Por qué Ama no lo he negado rotundamente? Pues porque hace un tiempo me planteé que quizá me había equivocado, que quizá había interpretado mal las señales. Me excitaban las escenas de sumisión, me excitaba ver a la mujer sufrir, tengo una mezcla rara entre sumisión y sadismo, no me excita que me azoten, pero me excita ver cómo azotan a otra. Voy a especificar que no me gusta que me azoten en el momento, pero el antes y sobretodo el después me encanta, me paso los días recordando cómo me azotó, o pensando en que Él se excitó con ello. Por ello, pensé que quizá me había confundido, siempre he pensado que con la imaginación tan perversa que tengo hubiera sido un Ama muy muy cabrona. Pero un día, jugando con una amiga, Él le dijo que me azotara, y ella lo hizo, lo hizo fuerte y sin dudar. Luego puso el flogger en mi mano, me ordenó que la azotara, me pareció la orden menos excitante del mundo, no quería, es más, era incapaz. Me aterraba dañarla, me daba miedo, y no me mojó ni un poco. En mi mente algo se esclareció, no me había equivocado, por muchas perversiones que invente, siempre quiero ser yo la que las sienta. Él tampoco podría cambiar de bando, en el 24/7 no se actúa por roles, sino por personalidades o condicionamientos, yo soy sumisa no tomo el rol de sumisa. Creo que esas dos maneras de vivir el BDSM están condenadas a no entenderse, OJO, no a no respetarse, es sólo que cuando uno tiene una mentalidad nunca podrá saber cómo piensa el que es distinto a él. Algunos no comprenderéis cómo puedo someterme en todos los aspectos de mi vida y siempre, igual que yo no entiendo como algunos pueden vivirla solo a ratos. Y no pasa nada, es normal, mientras nos respetemos todo vale.


Y hasta aquí la entrevista por hoy ;). Por favor, recordad que es mi opinión y mi manera de ver las cosas, ni vosotros ni yo tenemos la verdad sobre nada.

viernes, 8 de mayo de 2015

Él, ella y yo

Esta es una canción que me encanta, en cuanto la oigo me dan ganas de bailarla desnuda mientras me mira. Ultimamente estoy muy fantasiosa, así que hoy os cuento una pequeña historia que he imaginado...


Feeling good - Michael Bublé


Me despierto por la mañana, el sol entra por la ventana, los pajarillos cantan, respiro profundo, huele a domingo y sexo. Estoy abrazada a Él que duerme desnudo, en paz, ajeno a mis miradas. Levanto un poco la cabeza y la veo al otro lado de la cama, abrazada a Él también, tiene una cara dulce y satisfecha, sonrío al verla y me siento bien. Qué noche loca, nos besamos, nos amamos los tres, sin vergüenzas, ni tabús. Los cuerpos se entremezclaron, vi cómo la azotaba, vi como ella gemía, vi como ella se estremecía entre sus dedos al igual que he hecho yo todo este tiempo. Sé cómo lo mira, llena de deseo y respeto, veo que quiere que se la folle por dónde cojones quiera Él. Desde mi rincón observo Su polla entrando en su boquita, me gusta ver las lágrimas saltadas por las arcadas asomar por sus grandes ojos. Me dice que me tumbe boca arriba en la cama, ella se coloca a cuatro patas sobre mí, la azota fuerte, ella gime y yo ahogo sus gemidos a besos, echa su cabeza en mí, busca cobijo entre mis brazos, yo la consuelo mientras Él se ensaña. Hace unos segundos que no se oyen azotes, se ha bajado los pantalones y la penetra despacio pero sin descanso. La veo apretar los párpados, echa su mejilla sobre la mía, que le abra el culo le duele demasiado. Le agarro la cara con las dos manos, tú solo mírame a mí preciosa, sé lo que sientes, te entiendo, pero es por Él, sabes que lo desea y sabes que quieres complacerlo, sé lo que sientes, sé que ahora mismo harías lo que fuese para Él… Recuerdo la sensación de estar sobre la cama, las dos con el culo en pompa, ladrando humilladas para no merecer el azote, “La que ladre mejor se salva”. Sí, fue una noche memorable, hubo cuerdas, bofetadas y mordazas. Dolor, humillación y sexo, buen sexo. Caímos los tres exhaustos colmados de placer con la respiración acelerada.
Los noto desperezarse, Él me mira primero, me sonríe y me acaricia un poco la cabeza. Se gira para mirarla, ella que intenta no hacer ruido, no sabe muy bien cómo reaccionar. Le acaricia la mejilla “No te escondas preciosa, no seas tímida, ven aquí conmigo” estamos las dos apoyadas en su amplio pecho, la una frente a la otra, sonreímos y Él cierra los ojos orgulloso de sentirnos. Se levanta al baño, nos deja solas. Me pego a ella y la abrazo con ternura, ella me da un beso corto y entusiasmado, suelta una risilla nerviosa, entiendo el juego… yo le busco los labios y le planto otro beso rápido que ella me quiere devolver pero que yo intento evitar, nos revolvemos en la cama como niñas traviesas, nos reímos nerviosas mientras los besos caen por todo nuestro cuerpo y, de repente, paramos. Él está a los pies de la cama mirándonos “Veo que os habéis levantado juguetonas. Venid aquí perritas, venid a solucionar esta erección que me habéis provocado” nos miramos divertidas y avanzamos a cuatro patas hasta Su polla. La lamemos, nuestras lenguas se tocan, ella se mete la punta en la boca y yo humedezco el resto. Nos agarra las cabezas para que nos besemos apasionadas. La coge para tumbarla boca arriba. Se pone encima y la penetra mirándola fijamente, con esa mirada que solo Él tiene. Sus caras están muy cerca pero no se besan, solo se observan. Yo me siento con la espalda pegando al cabecero, los veo y sonrío, la ternura me invade. Se me ocurre una gran idea, mientras termina de follársela, bajaré a la cocina a hacer tortitas y zumo de naranja.
Aparecen por la puerta de la cocina, Él delante, tirando de la mano de ella, le separa una silla para que se siente a la mesa, se acerca a mí, me retira el pelo, me abraza por detrás, me besa el cuello y me susurra un “Qué buena perra eres, cómo te quiero”. Empezamos a desayunar, los miro comer, me gusta que estemos los tres juntos, el sol entra por la ventana, las tortitas huelen de maravilla y yo me siento bien…

martes, 5 de mayo de 2015

Los eslóganes más usados en BDSM: SSC, RACK, CCC

Creo sinceramente que en la diversidad está la clave. Varios pensamientos y visiones enriquecen. Es por esto que tuve muy claro al abrir la web que quería que más personas participaran en ella. Y así empezamos con las colaboraciones, creo que de la mejor manera, con mi querida Elisa. Cuando leí su blog me encantó, en sus entradas noté que estaban muy bien elaboradas, con un trabajo de investigación detrás, me dejaba los conceptos bien definidos y estaban expresados de una manera interesante. Supe que la quería a ella para complementarme, ya que yo soy incapaz de trabajar así, quizá por falta de tiempo o quizá porque mi mente es demasiado dispersa... Así que le agradezco que haga este tipo de entradas más técnicas definiendo conceptos. A ella la podéis encontrar en twitter como @littleElisax o en su blog "Pensamientos en la mazmorra"


Aquí os dejo su aportación, un artículo muy interesante del que espero que, al igual que yo, aprendáis mucho:


Breve explicación de los eslóganes más usados en el BDSM:
SSC: Sensato, seguro, consensuado
RACK // RACSA: Risk aware consensual kink // Riesgo Asumido y Consensuado para prácticas de Sexualidad Alternativa o no convencionales
CCC: Committed Compassionate Consensual (Comprometido, Compasivo, Consensuado)


Cualquiera que empiece a leer sobre BDSM o a interactuar con Dominantes y sumisos, se encontrará con el término SSC ("Sensato -a menudo traducido erróneamente como sano-, seguro y consensuado"), que se ha vuelto el eslogan más importante en este mundillo, defendido a capa y espada por gran parte de los Dominantes y los sumisos (y etcéteras), incluso hasta el punto de considerar que aquello que no es SSC, no es BDSM. Sin embargo, no es éste el único lema que se utiliza para definir las relaciones bedesemeras, de hecho el SSC ha sido criticado duramente hasta por el esclavo que inventó el término.


Al parecer, el término SSC fue acuñado por David Stein a finales de los años ochenta, buscando diferenciar las prácticas sadomasoquistas “consensuadas” entre adultos, realizadas por placer, de los trastornos sádicos relacionados con las psicopatías, para normalizar y visualizar el SM en la sociedad. Así define las prácticas como “sensatas”, “seguras” y “consensuadas”, sobre todo enfocándolo a que desde lo vainilla pudiera comprenderse este estilo de vida. Sin embargo, el eslogan SSC tiene el problema de la subjetividad, ya que no para todo el mundo las mismas prácticas son sensatas o seguras. El propio acuñador del término tuvo que explicar muchas veces que no debía desvirtuarse la idea inicial y que considerar el SSC como una regla ineludible y obligatoria, que todos debían cumplir, era un error.
Por ello surge el término RACK, creado a finales de los noventa como una evolución del SSC, una sustitución para que se dejara de desvirtuar el BDSM y de convertir éste en poco más que un juego de roles. Este nuevo “eslogan” es mucho más amplio y se basa simplemente en un consentimiento de las partes, donde todas comprenden los riesgos que conllevan las prácticas que se realizarán. La diferencia fundamental es que no se basa en subjetividades tales como lo que es seguro (¿qué lo es en el BDSM?) o sensato (¿quién define qué es el sentido común?), sino que simplemente los participantes deben ser conscientes del riesgo y aceptarlo. Es, por ello, mucho más libre y más tolerante, además de que da un mayor control al Dominante.
El término CCC (las tres C), de reciente expansión aunque -al parecer- también de los noventa, es prácticamente un desconocido en las relaciones bedesemeras, ya que está muy limitado a un tipo de relación muy concreto y supone mayores riesgos que los anteriores. Es el término que define el intercambio de poder total o las relaciones 24/7, pues sólo se determinan los límites infranqueables. A excepción de ellos, el Dominante tiene total libertad para actuar como desee, y cuando desee (puesto que la palabra de seguridad no existe), teniendo el control absoluto de las prácticas que se realizan.
En definitiva, y en mi opinión personal, el SSC es una buena máxima para tratar de hacer comprender al “mundo vainilla” (dicho así parece que vivamos en dimensiones diferentes, pero me entendéis) que las prácticas realizadas se hacen con cabeza, que no cortamos a la gente en cachitos ni nos gusta abandonar a perrillas sumisas en las gasolineras (o sí -risa malévola-), pero es demasiado limitado para usarlo como una norma para aquellos que practican BDSM. Yo me decanto por el RACK, mientras todos los participantes sean conscientes del riesgo, ¡adelante!



Fuentes y sitios de interés:
http://bdsm-madrid-y-mas.blogspot.com.es/2014/05/ssc-y-racsa-rack.html?zx=24e10e9dbba7bce3
https://mazmorra.net/forums/temas-generales/bdsm-no-es-igual-a-ssc
http://www.golfxsconprincipios.com/lamoscacojonera/protocolos-en-el-bdsm-ssc-rack-racsa-prick-ccc/
http://www.nawaijin.alojamientogratuito.info/tecnicas.html
http://www.golfxsconprincipios.com/lamoscacojonera/rack/
http://www.leatherleadership.org/library/safesanestein.htm


viernes, 1 de mayo de 2015

Relato de amor y sexo

¡Hola! Hoy os traigo una canción que ultimamente me tiene loquita. Los azotes con ella de fondo duelen un poco menos, y cuando lo veo cantándola en el coche me estremezco...


Undisclosed desires - Muse


Quiero besarla, amarla entre el sonar de la correa, quiero tenerla en mi cama, venerar su cuerpo de diosa, morder su carne tibia, apretar sus diminutos pezones entre mis dientes afilados. Quiero que se sienta sucia y pura.
Sabe que la quiero, no he parado de acompañarla en el camino, pero eso tiene un precio. Sabe que me tendrá siempre, pero habrá dolores que tendrá que soportar, perversiones que conceder. Sé que los sufrirá y los disfrutará a la par. Sé que quiere ser mía, sé que no hay otra cosa que desee más, y yo... yo no quiero una vida sin ella.
Miro su cuerpo retorcerse a cada azote, no le veo la cara, pero sé que la aprieta para no soltar ni un solo quejido. Cómo no quererla, cómo no amar a una mujer que se ha entregado, que depende de mis manos, que las besa tras azotarla, que relaja su garganta para que mi polla entre más fuerte.
No llores tesoro, solo usaré la correa una vez, solo lo necesito una vez más. Después te haré el amor al ritmo de esta canción, haré bailar tu cuerpo al ritmo del deseo y el placer. Primero te penetraré a cuatro patas, deseo follarte viendo el color de tus nalgas. No quiero ver tus ojos aún llorosos, me recordarán que te dolió, me recordarán lo duro que me puse al ver que te dolía. Pero te amo, eres el deseo hecho mujer, eres el sueño hecho carne, eres un ángel atado a la tierra, atado por mis cuerdas, atado a mí.
Luego me tumbaré en la cama, te acurrucarás bajo mi brazo como un animalillo buscando cobijo, agarraré tu barbilla para que me mires, quiero ver la profundidad de tus ojos castaños, quiero ver esa boquita entreabierta. Te sonreiré suave y me devolverás la sonrisa. Sabes lo que hacer, sabes que deseo que te subas encima de mí, estás deseando complacerme. Esa cara de pena se va transformando, se transforma en una cara llena de lujuria y presente, qué más da que sea lunes, martes o el maldito día que sea, hoy queremos follar hasta que nos dé el alba, hasta caer agotados de sexo y amor.
Te miro sobre mí, contorneándote como un auténtico demonio, buscando verme estremecer, estás incorporada, veo tu cuerpo, tu mirada pendiente de mí. Sé que has sufrido, los dos lo hemos hecho, sé que estuviste perdida, que andabas mendigando amor porque creías que no lo merecías, yo solo quise mostrarte lo mágica que eres, sólo quise desvelarte una verdad que clamabas en silencio. Sólo quise mostrarte que podías ser libre, que no tenías que ocultar lo que creías que era el pecado anidado en ti. ¿Ves qué feliz eres ahora? No hace falta que me lo digas, estás llena de inocencia y entusiasmo, creo que nunca te he visto así. Ahora follas como una perra, follas como una diosa libre de ella misma, una diosa que decidió entregarse a mí, que decidió aceptar que no quería ser libre nunca más. No te defraudaré, atenderé tus deseos de ser sometida por mucho que ello te duela. No te decepcionaré, te usaré a mi antojo, haré que te arrodilles y lamas mis pies, pellizcaré tu carne como si fueses un juguete, sí, te haré sentir una linda muñequita en manos de un niño perverso. Lo hago por ti, así es como te muestras en todo tu esplendor, lo hago por mí, eres la única con la que puedo ser yo.
No quiero correrme, no te muevas así por favor, aún no. De un movimiento brusco y rápido te pondré bocabajo en la cama, me subiré encima de ti. “Estate quieta, no te muevas” poco a poco penetraré tu pequeño culo, ese culo estrecho que me aprieta la polla a cada movimiento. “No te muevas tesoro, no te muevas, no me prives del placer que es sodomizarte así”. Te oigo lloriquear, echo mi peso en ti, quiero abrazarte, que me sientas cerca, no soy un monstruo, o sí, o quizás lo seamos los dos, qué coño importa, vamos a estallar de placer. Meto mi mano bajo tu vientre, quiero acariciar tu clítoris a la vez que me muevo, quiero oírte gemir de ese placer doloroso que te vuelve loca. Tus fluidos chorrean entre mis dedos, huelo tu pelo y no aguanto más, te lleno de mí, noto tus espasmos bajo mi cuerpo, la melodía de tus gemidos inunda la habitación.
Nos tumbamos exhaustos en la cama, esa cama que es testigo de tanto amor y sexo. Te miro, me sonríes, te sonrío. Así, desnudos, nos tapamos. Te das la vuelta, yo me acoplo a ti, no hay encaje mejor que el de tu cuerpo y el mío. Me siento el hombre más afortunado del planeta, giras un poco la cabeza “Lo quiero mucho, Amo”, al ratito te susurro al oído “Yo también te quiero”. Nos dormimos con el calor de nuestros cuerpos como nana de cuna. Eres tan pequeña y grande a la vez, soy tan pequeño y grande a la vez. Me siento el hombre más afortunado del mundo…