miércoles, 22 de enero de 2014

La música dolía

Él ponía la misma canción cada vez que la castigaba, sonaba fuerte mientras los azotes irritaban sus nalgas, era la banda sonora de sus ratos de cara a la pared. Esa canción ocultaba su llanto cuando la correa la golpeaba. Poco a poco se convirtió en un símbolo, si cometía una falta durante el día, Él no le decía nada, y por la noche mientras ella terminaba de lavarse los dientes, se desnudaba para ponerse el pijama o subía las escaleras para irse a la cama, la ponía, ponía esa canción, y ella se encaminaba lenta e inevitablemente hacia su castigo.
Un día, en una cafetería, mientras charlaba alegremente con sus amigas, una melodía familiar llegó a su oído. Todo dejó de importar, las voces de las personas que allí estaban se volvieron casi imperceptibles, no contestaba a sus amigas que le preguntaban qué le pasaba, todo daba igual. El sonido de la radio se alzó sobre todo lo demás, la letra le erizaba la piel, las notas musicales le golpeaban el cuerpo, la canción le hizo sentir su entrega, le recordó a quién pertenecía. Y es que, en aquel sitio, en aquel momento, incluso lejos de Su Amo y de la correa... la música dolía.

martes, 21 de enero de 2014

Nuestra maravillosa escapada

Este fin de semana ha sido increible, iba en el metro a aquel sitio, iba temblando, estaba asustada y nerviosa. Primero me preocupaba qué me haría mi Amo con todos esos elementos a su alcance, jaulas, cadenas, látigos, cañas... y lo segundo era que, después de dos horas haciendo conmigo lo que le diera la gana, comeríamos con un grupo de personas relacionadas con el BDSM, a las que por supuesto no conocíamos, Amos, Amas, sumisas y sumisos... Nada más llegar allí, al entrar en ese maravilloso sitio bonito y elegante todo se pasó. La tranquilidad de saber que no había otro sitio en el mundo en el que quisiera estar, ni otra persona con la que pudiera estar más segura, me invadió. Disfruté, sentí caricias y dolor, el tiempo se pasó volando entre gemidos, amor y azotes. Nos duchamos y llegó la hora de la comida, que se organizaba en el mismo local. No hablaré mucho sobre esto porque prefiero guardarlo para mí, solo diré que me sentí muy cómoda y aceptada, y que allí superé un límite que no me había planteado ni siquiera superar, la electricidad me erizó la piel. Ya por la tarde una pareja de Amo y sumisa se ofrecieron a llevarnos al hotel y nos ivitaron a cenar a su casa. Fue una de las mejores cenas en las que he estado, quizá no lean esto nunca, pero me gustaría decir que, a parte de que tienen una casa que me conquistó, en la que es fácil estar a gusto, ellos hiceron que nos sintiésemos en confianza y, aunque suene un poco extraño, me hicieron sentir normal, algo muy importante para mí. Estar con ellos fué tremendamente alentador, yo siempre he defendido que el 24/7 es posible, tiene que serlo porque yo no puedo vivir otro tipo se sumisión. Pero a veces te sientes como que luchas a ciegas, sin saber si es sólo una ilusión. Y ver a otra pareja que lo ha conseguido, que se quieren y lo viven, que son todo un ejemplo a seguir, te da aún más fuerza. En la parte que me toca como sumisa, voy a cogerla a ella como modelo de obediencia y entrega, viéndola, mis ganas de superar límites, de aguantar más, de tomarme más en serio mi sumisión han aumentado. La madurez y la constancia son cosas que mi Amo se merece.
El sábado fué otro maravilloso día, de paseos, de tiendas que nos habían recomendado, en las que se compró alguna cosita, algo más a lo que temer a parte de la correa. Y por la noche el conciertazo, porque no se le puede llamar de otra manera, de Depeche Mode. Dos grandes voces, cantando grandes canciones. Y aunque no tocaron "Master and servant" , mi favorita, canté y me emocioné mientras mi Amo me abrazaba por detrás, sin palabras... Y corriendo a una exposión fotográfica, a la que también nos habían invitado, unas fotos preciosas de Dóminas y sumisas, en un local en el que nos volvimos a sentir muy a gusto y acogidos.
Me dejo mil detalles especiales en este pequeño resumen de esta gran escapada, sobretodo mil sensaciones difíciles de expresar, momentos a solas en el hotel que me conquistaron.
Pero no quiero terminar esta entrada sin darle las gracias a mi Amo, Depeche Mode - Home , esta canción describe perfectamente mi sentimiento, hace unos años le dije lo que necesitaba, Él me lo dió, me hizo crecer, avanzar, me ha ayudado y me ayuda a superar muchas cosas, y que, cuando estuve preparada, y para que ese sentimiento de que era rara,  que no estaba bien ser así, desapareciera, me llevó a un sitio en el que sentirme como en casa.
Ya no me avergüenzo, ahora me siento tremendamente orgullosa de lo que soy y de lo que tengo.
Gracias Amo