martes, 7 de abril de 2015

Masturbarse I

La masturbación me parece un tema importante y para ir desgranándolo, hoy hablaré de la masturbación femenina y en otra entrada hablaré de la masculina. Por supuesto, la masturbación es un tema bastante estudiado, creo que todos sabéis más o menos cómo se hace, no os hagáis ahora los inocentes… Así que os hablaré de las diferentes sensaciones que he podido conocer en estos años, tanto por mi experiencia como por lo que he sabido de otras mujeres.
Dicho esto os confesaré que yo en mis 28 años nunca he conseguido correrme tocándome. Como ya sabéis siempre he sido muy sexual, sin embargo nunca he estado interesada en mi propia anatomía, no era de esas niñas que se miran y se tocan para ver qué tienen. Cuando comencé a masturbarme fue rozándome como os conté en el post de Historia de O. Tocarme me desagradaba mucho, y aún hoy no me gusta, sólo lo hago cuando me lo ordena. No es un problema físico, cuando Él lo hace siento mucho placer, pero sentir entre las manos mi clítoris no me provoca nada, al revés, me corta un poco el rollo. Por supuesto en mis masturbaciones nunca podía faltar una buena fantasía que comenzaba y se detenía en alguna escena que me excitaba más y repetía una y otra vez hasta correrme. Masturbarme siempre me ha dejado exhausta, requería mucho esfuerzo, concentración y tensión. Durante muchos años pensé que esos orgasmos a solas serían los únicos que viviría, así que los disfrutaba, era mi momento, la sexualidad realmente completa ya que mezclaba el placer físico y el mental, cosa que con los chicos no sentía. Pero después llegó Él y me regaló el primer orgasmo acompañada. Aunque me satisfacía, aún no calmaba mis necesidades del todo, así que seguía masturbándome. Pero se convirtió en mi Amo y poco a poco lo fue controlando todo, masturbarme empezó a perder sentido. Mi relación actual conmigo misma es complicada, correrme a solas me deja cansada, insatisfecha y muy triste, incluso llego a llorar. Ante esto me siento rara, pasé de pensar que sería mi única fuente de placer, a ser la única situación sexual que detesto. Creo sinceramente que en algún momento tendré que reconciliarme conmigo misma, sé que es algo bueno, pero aún no estoy preparada.
Esa sensación de reconciliarme conmigo misma me lleva a una conversación que mantuve con mi madre hace poco. Me contaba cómo, cuando se separó tras 20 años casada, tuvo que encontrar su placer. Nunca se había masturbado, ni en su adolescencia, era algo que incluso rechazaba. Pero sintió que era el momento, tenía que averiguar qué le causaba realmente placer, conocerse, quererse y disfrutar a solas. Dice que le costó mucho pero cuando lo hizo se sintió plena y feliz. En los años que ha pasado sin pareja ha estado satisfecha y segura de que en su próxima relación tendría una sexualidad sana y plena. Y así ha sido. Esto me llevó a la conclusión de que toda mujer antes de tener relaciones con un hombre debería de encontrar su placer, así podrá saber lo que realmente le excita. Y es que cuando yo me masturbaba no podía controlar mis pensamientos, e incluso en los años que rechacé mi parte sumisa, me masturbaba con pensamientos sumisos. Creo que en esa situación estás sola, sin condicionamientos, no tienes a nadie delante y no puedes engañarte, no surtiría efecto, no puedes correrte con un pensamiento que no te excita.


Por otro lado he hablado con amigas para las que la masturbación es muy importante, y que son capaces de hacerla de todas las formas posibles, mientras las miran, con un vibrador, sin él, sólo rozándose o penetrándose con los dedos, y el sentimiento que me nace es extraño. Por un lado me da envidia, ojalá yo pudiera, y por otro me da una curiosidad loca por saber cuáles serán sus sensaciones, ya que deja en evidencia que aunque la fisiología sea la misma, cada una tiene unas reacciones y por tanto nuestras sensaciones en el sexo son diferentes.
Reconozco que soy una morbosa, y que me gustaría estar metida en la mente de las mujeres cuando se masturban para conocer realmente sus deseos. Yo he llegado a tener pensamientos realmente extraños que me han hecho correr, de esos que después te quedas en plan ¿¡Pero qué coño ha sido eso!?


Por último voy a hacer una observación típica y tópica. Como siempre las mujeres tenemos un peso añadido en este tema, todo el mundo da por hecho que un hombre se hace pajas, es algo masculino y natural, sin embargo una mujer que se masturba es algo más complejo. Parece que querer sentir placer en una mujer está penado y perseguido. Recuerdo que decirle, al por entonces mi novio, que me masturbaba y la manera que tenía de hacerlo, me costó muchísimo y me avergonzó aún más. Por otro lado me gusta pensar que las cosas están cambiando, por lo que veo, por cómo reaccionan los hombres y por cómo hablan las mujeres, es un tema más aceptado y que empieza a darse por hecho en las nuevas generaciones. Y un matiz más, creo que es algo que las madres con hijas tenemos la obligación de fomentar, evidentemente no voy a enseñar a mis hijas a hacerlo, pero no voy a sancionar gestos naturales que tiene toda niña de investigarse, de darse placer inconscientemente, de preguntar… si queremos que nuestros hijos sean felices y para ello los ayudamos, por ejemplo, con los estudios, ayudémosles también en todo lo demás. Voy a puntualizar, que siempre hay quién malinterpreta, que siempre respetaré la intimidad de mis hijas, no estoy hablando de ponernos con ellos a enseñarles nada, hay muchas maneras sutiles e indirectas de decirle a un niño que la sexualidad es algo malo o bueno.


Bueno, y vosotros cómo veis este tema, a vosotras os pregunto cómo lo habéis vivido o vivís este tema, y a los hombres cómo lo veis desde fuera. Opiniones, opiniones… Dejadme vuestros comentarios y después a masturbarse todo el mundo ¡Que se oiga un gemido tan grande que tiemblen los cimientos de todas las cosas tristes del mundo!


P.D.: Aquí os dejo un post genial del blog Mujerícolas sobre la masturbación femenina en la antigüedad

6 comentarios:

  1. Este es un tema espinoso para la mayoría de las chicas... ni siquiera nos atrevemos a comentarlo entre nosotras. Para mí es un tema complicado porque durante mucho tiempo me sentí bicho raro por haberme masturbado desde niña, ha sido tema tabú siempre porque pensaba que era rara, además no soy capaz de darme placer con las manos, sólo frotándome, como cuando era pequeña. Cuando hablé con otras chicas con una mentalidad más abierta, casi todas coincidían en lo de buscar darse placer desde niñas y me quité un peso de encima tremendo.

    PD: ¡Qué chulo el blog de mujerícolas! ¡Me lo apunto!

    ResponderEliminar
  2. A mi me pasaba algo muy parecido. Ahora lo que me planteo es que quizá nunca lo he aceptado, pero antes lo hacía por necesidad ya que nadie me daba ese placer que tanto necesitaba. Por eso ahora, que sí lo obtengo por otro medio, lo rechazo tanto. Creo que es algo que debo de investigar, creo que es símbolo de algo más profundo que quiero solucionar, reconciliarme conmigo misma, nunca mejor dicho jaja

    P.D.: Ya sabía que te iba a gustar ese blog, en cuanto lo ví ;)

    ResponderEliminar
  3. Ese extraño, inquietante y a la vez fascinante mundo de la masturbación femenina...
    Para mi sigue siendo un gran desconocido. Nunca ha sido una actividad principal en mi vida, nunca he considerado que me diera tanto placer ni que lo necesitara; bajo mi punto de vista los orgasmos que pudiera llegar a provocarme a mi misma no tenían nada que ver con los que podía disfrutar teniendo relaciones con un hombre.
    A día de hoy es cierto que sigo pensando más o menos igual, pero ha ido tomando cada vez más protagonismo en mi día a día, hasta el punto de desearlo de verdad en algún momento. Por lo general es cierto que los momentos en los que me apetece suelen ir ligados a lugares públicos, como probadores, aseos públicos, salas de cine, aparcamientos...en la intimidad de mi casa no está tan presente.
    ¿Y por qué este cambio de no necesitarlo ni desearlo a pasar a pedirle permiso a Él? Pues posiblemente en parte por eso, por ser algo que tengo prohibido a menos que Él me lo permita, y también porque Él ha ido despertando en mi el deseo por mi propio placer. De hecho yo rara vez utilizaba juguetes o me masturbaba introduciendo los dedos, mi masturbación se centraba básicamente en estimular el clítoris, y los orgasmos venían en el momento en el que era capaz de concentrarme mentalmente, de otro modo me llegaba incluso a desagradar tocarme...
    Ahora poco a poco las cosas van cambiando, pruebo diferentes modos de masturbarme, utilizando juguetes o incluso pinzándome o atándome o esposándome a mi misma y he de reconocer que en ocasiones los orgasmos que he conseguido han sido increíbles, aunque por desgracia no suele ser lo habitual.
    Sin duda voy a seguir "trabajando" en este trema y a seguir explorando nuevas técnicas, porque creo que en este aspecto, como en muchos otros, soy una auténtica novata.

    Y después de todo el rollo (lo siento, me emocioné un poco de más...) no me olvido de agradecerte que compartas tantas cosas con nosotros, porque de sobras sabes que en algunas cosas me siento muy identificada contigo y me ayuda ver algunos de mis puntos de vista reflejados desde otra perspectiva.

    Un beso fuerte y mil veces gracias ^_^

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias a tí por contarme todo esto, me encanta cuando me dejáis comentarios así. :). La verdad es que siempre me agradecéis que cuente todo esto, pero lo cierto es que contároslo también me ayuda a mí, así que no lo hago desintersadamente jaja.
    Un besazo enorme

    ResponderEliminar
  5. Uh... es un tema que a mi me remueve un poco. En mi caso me masturbo desde que tengo uso de razón y me gusta mucho hacerlo, quizá porque la imaginación no tenga límites, quizá porque nadie me conozca mejor que yo. El sexo con mi Amo es muy satisfactorio y, desde que vivimos juntos, no es algo que suela hacer, pero cuando se va de viaje o cuando pasamos días sin vernos, me sigue gustando hacerlo (siempre y cuando me lo permita, claro). Para mí es como un momento muy íntimo en el que dejar volar la mente y de utilizar lo que me apetezca conmigo misma. El caso es que, por el contrario, cuando alguna vez mi Amo me ha pedido que lo haga para Él me he sentido súper incómoda, avergonzada y un poco ridícula, no sabría decir por qué, me acabo de aturullar un poco.

    ResponderEliminar
  6. Buenas tardes, Ángela.
    Veo que este post es algo antiguo y no sé si el blog seguirá operativo, he llegado nuevo aquí por una entrevista tuya en YouTube con The Tripletz (que por cierto me encantó).
    A lo que venía, yo tengo una relación a distancia en la que yo soy el dominante (el término "Amo" no me gusta porque lo relaciono a una mala experiencia en mi pasado, mi novio me llama Daddy). Con la distancia se complica un poco, pero él me pide permiso siempre para tocarse y yo lo guío con lo que quiero que haga a la hora de masturbarse. También me pide permiso para correrse. Por ahora no tenemos más normas, por el hecho de que no se nos ocurre tampoco qué normas o protocolos nos gustaría tener, luego investigaré por tu página lo que opinas al respecto.
    El caso está en que me gustaría saber tu perspectiva como sumisa de qué te gustaría que hiciera tu amo en una situación a distancia, ya sea por mensajes de texto (que es lo más habitual) o telefónicamente mediante una llamada. Considero que siempre es bueno nutrirse del conocimiento de otras personas con más experiencia que tú, y a mí particularmente me encanta guiarlo a tener más placer. Tampoco sé si hay alguna manera de que él haga prácticas sexuales BDSM sin tenerme cerca, ya que conozco cómo hacerlas en pareja, pero no en solitario, y lamentablemente tenemos que conformarnos con eso.
    Por otra parte, aunque soy capaz de darle mucho placer por medio de ordenarle lo que debe o no hacer y de guiarle en la exploración de su propio placer, también me encuentro con el problema de que tocarme yo solo, ya sea mientras le doy ordenes o no, se me termina haciendo absurdo a los pocos minutos. Supongo que es porque lo que yo deseo es tenerlo a él para mí, con lo que masturbarme, tenerme a mí mismo en la mano, se me hace extraño (a esto también hay que decir que soy transexual y aún no he hecho la transición, con lo que mi miembro no es del tamaño adecuado para tocarme de manera que pueda imaginar que lo estoy haciendo con él), con lo que al final prefiero simplemente guiarlo a él y hacerlo llegar a él que tocarme yo, por mucho que esté tan excitado que realmente me gustaría llegar (jamás he tenido un orgasmo, pero hay que decir que jamás he podido hacerlo con él por la distancia). Además de compartir mi perspectiva al respecto como dominante, me gustaría preguntar si sabes por tu Amo o algún otro conocido de que esto les suela pasar o de alguna manera para solventarlo. ¿Realmente es complicado tener placer solo cuando lo que te da placer es la dominación sobre la otra persona o soy sólo yo? Es algo que me desconcierta mucho, porque si bien disfruto mucho psicológicamente de nuestras sesiones a distancia, físicamente no consigo llegar a nada, lo que termina resultando frustante.
    Un saludo y muchas gracias por compartir tu experiencia con todos nosotros para que podamos aprender juntos.

    ResponderEliminar