Yo hoy tenía pensado publicar otra entrada pero en twitter he
leído y participado en un debate muy interesante sobre los celos, la
posesividad… en la sumisión. El debate lo inició @bad_behaviour con esta encuesta.
Los celos y la posesión es algo que ya traté en mi blog hace unos años,
pero me apetece darle una vueltecilla y actualizar. Nunca he sido celosa,
siempre me ha excitado imaginarlo y verlo con otras mujeres. Aunque yo no
participe, es más, mejor si yo no participo, así puedo contemplar la escena más
tranquila, con más detalle. Así que en el sexo no tengo problema. Por otra
parte el debate diferenciaba entre ser celosa o posesiva en el sexo o en la
sumisión, es decir, ¿Podría aceptar que tuviese otra sumisa? Aquí la cosa se
complica un poco. Creo que depende mucho de la relación que se tenga, en nuestra
situación me costaría mucho aceptar que tenga otra sumisa, como también se
comentaba en ese debate, el amor puede multiplicarse pero el tiempo no. Ya nos
cuesta sacarlo para estar a solas entre trabajo, proyectos e hijas, sobretodo
hijas, se podría decir que ya lo comparto con tres mujeres. Por eso en nuestra
situación actual tenemos demasiada implicación el uno en la vida del otro como
para que haya espacio para alguien más.
Hubo una época en la que la amistad con otra mujer fue más “intensa”
hablaban mucho por whatsapp, se excitaban… cuando venía a casa tenía sexo con
ella, no es que fuese Suya, eso siempre estuvo claro por parte de todos, Él
nunca ordenó ni exigió nada, pero tampoco era sexo “normal”, era una mezcla
extraña que me encantaba. En aquel momento me planteaba cómo sería que ella
también fuese Suya, cómo sería vivir todos juntos… Es verdad que una parte se
asustaba un poco, las inseguridades y esas cosas, ya sabéis, pero otra parte
decía: No sería tan horrible, al revés, creo que sería muy bonito.
Una relación D/s se basa en el servir, en acatar los deseos
del Amo, si Él quiere tener a otra sumisa debería poder tenerla, si desea
follarse a otras personas también… En teoría claro, es muy fácil teorizar sobre
BDSM, pero la realidad es que no somos personajes de macabras fantasías, hay un
lado humano que no podemos negar ni rechazar, mucho menos juzgar. Hay que
humanizar el BDSM, cada día lo veo más claro, hay que aceptar que las personas
somos cambiantes, como la vida, que tenemos cosas dentro, chispillas que se
encienden sin que podamos controlarlo. Es como cuando le digo que me prometa
que siempre estaremos juntos. Es un gesto simbólico, pero nada más. Aunque me
lo prometiese jurando y perjurando que será así, me lo firmase en mil papeles,
no puede controlar lo que va a sentir en todo momento. Pues en la sumisión
igual, yo puedo estar muy segura, muy entregada, acordar que puede acostarse
con quien quiera e incluso tener otra sumisa. Puede suceder todo eso, que no me
haga sentir nada “malo” y que el día menos pensado por la cosa menos pensada
eso cambie. Y hay que atenderlo, no vale un “te jodes, yo soy el Amo y tú
acataste todo esto” tampoco digo que haya que romper todo lo que se acordó y
que el Amo se “someta” a las emociones de la parte sumisa, solo digo que somos
personas, que todo se puede y se debe hablar. La mayoría de las veces las
personas solo queremos que nos entiendan, aunque luego te digan “te entiendo, intentaré
ayudarte, pero esto va a pasar”. Esto es algo que he vivido mucho a nivel
personal, pero sobre todo como madre. En los niños es muy fácil ver las
emociones desbordadas por cosas que pueden parecer irracionales. Tendemos a
decirles “Me da igual lo que digas, tienes que hacer esto o lo otro” “No sé por
qué te pones así si es un pinchazo de nada, además ya te había avisado de que
iba a pasar” o cosas parecidas. No sé por qué repetimos las mismas frases durante
generaciones si rara es la vez que el niño dice: “Oh mamá, menos mal que me has
dicho que esto es irracional, o que te prometí que no lloraría, que no me
asustaría, así ya no me afecta” también tendemos a creer que lo opuesto a eso
es darle lo que quiere sin más, no llevarlo al médico o cualquier otra cosa.
Pero hay otra forma: hablar de forma empática. Las personas buscamos que nos
vean, que nos escuchen y, si se puede, que nos ayuden a transitar por lo que
sea que estamos viviendo. De la otra manera, a la angustia de estar sintiendo
lo que sea que estamos sintiendo se suma el dolor por la falta de tacto y
comprensión de nuestro entorno. Ahora me diréis: “Es que no somos niños” bueno,
en realidad creo que todos somos niños a los que les creció el cuerpo y les
pasaron los años, es más creo que todos somos niños heridos, cada uno a su
manera, y que nuestra labor con las emociones es ver qué herida nos están
mostrando, así que un: “Eres una sumisa, tu deber es acatar” ignorando las
emociones que está teniendo es como decir: “Ahí no hay ninguna herida” aunque esa persona la sienta sangrando y en carne viva. No digo que las sumisas seamos como niñas,
hablo de todos los adultos, en todos los ámbitos, solo que ahora lo muestro
aplicado al tema de los celos, que sería más bien el tema de la inseguridad. (ya sabéis que hablo de "Amo" y "sumisa" porque al ser mi forma me sale más fácil pero podéis cambiadle los géneros)
Con todo lo que me he trabajado este tema, con lo segura que
estaba de no ser celosa varias situaciones me han hecho estarlo. Durante el
tratamiento del cáncer a veces me sentía más insegura como mujer, sentía que no
podía darle lo que yo sé que Él necesita. Me ofuscaba si Él bromeaba con estar
con otras. No hacía ni decía nada que no hubiese hecho antes, de hecho era más
bien el buscar disfrutar juntos, un “como aquellas aventuras de este par de
viciosos”, pero yo no era la misma, así que no percibía la situación de la
misma manera. Me ofusqué, yo sentía un montón de cosas que Él no sabía, daba
por hecho que sí y que, a pesar de saberlas, seguía haciendo ese tipo de
comentarios. Un día lo hablamos, le conté cómo me sentía, no lo enfadada que
estaba, ni lo mal que hacía Él, ni lo que debería de hacer o no, dije cómo yo
me sentía. Esto es algo que también suelo ver y que suelo cometer, expresar la
parte superficial y reactiva de la emoción que estoy sintiendo en vez de
decirle a la otra persona el porqué estoy actuando así. Como si esas veces que
tuve celos se pudieran comparar a un huracán desbocado y angustioso con una “niña”
dentro que dijese “por favor, no hagas caso a todo este lío, solo me siento
insegura y necesito que me tranquilicen, que me den eso, seguridad”.
Probablemente no os haya aportado mucho, no era mi intención
pues no existen fórmulas mágicas, incluso cuando crees conocerla esta se
desvanece mostrándote algo nuevo que abordar, que sentir. Pero sí hay una
fórmula mágica para que estas cosas no nos hagan más daño, para que no nos
alejen como pareja: la comunicación y la comprensión. Independientemente de las
decisiones que se tomen al respecto.
Pero si me preguntáis por mi idea del amor, no solo entre
Amo y sumisa, creo que conforme te vas sintiendo más completo, cuando te vas amando
más, menos muestras de amor de los demás necesitas, menos amenazas sientes pues
la base es sólida. Una pareja es alguien con el que disfrutar, con el que sumar
amor a ese que debemos tener de serie, ese del que nadie tiene el control ni el
poder. Pueden doler las cosas pero ya nada te hace sentir inseguro o insegura
pues de nadie depende que lo estés más que de ti mismo. Pero esto vuelve a ser
una teoría, lo que ocurra hasta llegar a esa maestría es perfectamente válido,
adecuado y normal.
En conclusión sé que mi Amo no es mío, no tenemos ningún acuerdo explícito en el que yo diga que no quiero que tenga otra sumisa, mucho menos que no pueda tener sexo con otras. Me gusta ese ideal de abandonarme por completo y que nada de lo que Él haga me afecte de forma negativa, que Él haga uso de su libertad siempre que quiera y como quiera. Pero por mucho que todo eso me guste y lo entienda, no puedo ignorar mis emociones si aparecen, y eso no dice nada malo de mí. Ni soy peor sumisa por expresarlo. Y para terminar propongo un nuevo debate para Amos y Amas. Si estar con otras personas, tener otras sumisas o sumisos hace que la otra persona se sienta mal, aunque acatase ¿Lo haríais?
Esta tarde podemos hablarlo en el directo, contadme cómo os sentís respecto a este tema, vuestras experiencias, preocupaciones y demás... Nos vemos a las 17:30 en mi canal de Twitch "angelaycafe"
Hola Ángela
ResponderEliminarEs perfectamente lógico lo que sientes pero hay algo en lo que creo que no has reflexionado.
¿Has pensado en la otra sumisa como una hermana en el amplio sentido de la palabra?. Me explicó, ¿no sería maravilloso para vosotros encontrar una sumisa, dispuesta con el tiempo, a vivir con vosotros?. Una sumisa noble y adecuada, que realmente se sienta a gusto y desée, con el tiempo, ser sumisa de tu Amo/Esposo y sú hermana (tú)?.
Alguien que realmente se involucre y quiera algo duradero, que adore a tu Amo pero que te quiera a ti también. Que se pueda crear un vínculo entre ambas, que haga que ambas os ayudéis para hacerle feliz a Él y para quereros entre vosotras.
Si tu Amo os tiene a las dos, difícilmente buscará más porque lo que una no pueda dárle se lo dará la otra y podría haber una complementariedad que lo haga feliz.
Esa felicidad hará desaparecer los celos con el tiempo y tú tb querrás la compañía de tu hermana.
Sólo hace falta encontrar la compañera perfecta y que su implicación sea máxima y duradera.