La verdad saliendo del pozo, de mi querido Jean-León Gérôme
La verdad es demolición, un día te golpea, rompe muros y ladrillos, rompe ese fuerte que te construiste alrededor, destroza todas las paredes que pusiste para esconderte, esas paredes que te alejan tanto del mundo que dejas de recordarlo. Pero la verdad un día decide acabar con todo, dejar de esconderse, la verdad un día decide salir del pozo para no volver a entrar jamás…
Miradme, recordadme siempre andando desnuda sobre los escombros, destrozándome los pies con los cascajos, recordadme siempre así… recordadme amoratada por los golpes de los “puta”, de los “guarra”, de las miradas prejuiciosas, recordadme amoratada por los golpes de aquellos que no entienden qué es libertad, recordadme ardiendo en las hogueras, recordadme saliendo de un pozo, del pozo más oscuro que existe, el pozo de la ceguera humana, el pozo del fango del dormido.
Recordadme destrozando muros con mi mazo, recordadme llorando de impotencia, llorando de emoción, llorando, recordadme loca, completamente loca e ida. Recordadme cabalgando sobre sus caderas, recordadme retorciéndome entre sus tormentos, bebiendo su sangre y su orín, recordadme gimiendo. Os lo suplico, recordadme follando, recordadme sometida, besando Sus pies, bañándome en las lágrimas que me provoca, llorando ante las puertas que me abre. Sí, recordadme envuelta en un terrible llanto, asomada a esas puertas, que muestran mi historia, mi vagar por los siglos, llorando ante la esclava, ante las fieras devorándome, ante la niña sola, llorando ante la hoguera, gritando mientras me queman viva, llorando por entender por qué el calor no me quema.
La verdad sale del pozo, queráis o no, queráis leerlo o no, os duelan los ojos o no. Mi verdad es libre, porque mi verdad soy yo, mi verdad explota en mis dedos cuando aporreo las teclas. Y no puedo callarla, no puedo dejar de mostrarla, me mataría, lenta y cruelmente…
Aquí me tenéis, desnuda ante vosotros, llevo mucho escrito en la piel, mirad para otro lado si así lo deseáis, pero yo no voy a taparme, yo no voy a empujarme al pozo. Aquí me tenéis luchando contra mis ruinas que quieren reconstruirse, porque ya no quiero reconstruirme más, solo quiero romper y romper, yo solo quiero destrozarme una y otra vez, romper todo resto de piedra que quede en mí… Quiero volverme ligera, quiero volar, al fin volar, fundirme con el viento en una danza macabra, quiero dejarme llevar por las brisas, follar con los elíseos… Quiero vivir desnuda, sin miedo a nada, pues nada puede dañarme, nada puede dañaros, solo el muro puede romperse, pero sin muro ya no hay nada que romper, ya no hay nada que pueda dolerse.
Destrocemos los malditos muros, dejemos que nuestra puta verdad salga del pozo, dejadla ser fea, dejadla asustar al mundo, porque la verdad asusta, la verdad tiene una boca enorme y negra, grita, destroza tímpanos y jamás la cierra. La verdad duele con su azote, la verdad araña la piel con sus golpes, la verdad destroza muros, y eso duele, porque antes de las ruinas hay grietas, antes de las grietas hay desconchones… pero no temáis por favor, sacad vuestra verdad del pozo, dejad que vuestra esencia inunde el aire, quiero oleros, quiero notar el aroma de las almas libres en mi nariz. Seamos huracán, por qué no serlo, por qué no destruir un mundo ciego, dormido, por qué no arrasar con los prejuicios y condicionamientos, por qué no ser la pesadilla de los dormidos, esa pesadilla que los obliga a tomar la decisión de despertar, seamos huracán…
Escribo, muestro la cara desencajada de mi verdad al igual que muestro la cara dulce. Ambas son mías, no voy a tratarlas de diferente manera. Porque soy una guerrera, una guerrera suave y pacífica, que pelea con sus letras, que anda por el campo de batalla desnuda, sin más armas que su voz, que su verdad. Y no, no voy a callarme, nunca más, tenga las consecuencias que tenga, no me asustan, porque no soy débil. Que vengan las armadas, por mucho que me duela, nadie puede conmigo, soy fuerte y tengo las cosas muy claras, mi desnudez es mi mejor arma, siempre lo he defendido, no tengo nada que esconder, nadie a quién esconderle nada…
¿Lo notáis en el aire? ¿Me oléis? Soy un alma libre, Él me ata porque así yo vuelo.
Genial escrito!!!
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