martes, 13 de octubre de 2015

Volviendo al origen

Ultimamente reconozco que el blog me estaba agobiando un poco: ¿De qué hablo? ¿Qué podrá interesarles a los demás? ¿Les ayudará si hablo de esto, o pensarán que es una chorrada? ¿Les gustará cómo me explico? ¿Les pareceré una sumisa blanda o demasiado dura? ¿Estaré a la altura?... Tiendo a subir mi nivel de exigencia sin darme cuenta, tiendo a borrar los puntos de partida de mi recuerdo. El otro día me dio por meterme en mi primer blog, con su fondo más oscuro, aquel rincón en el que escribí por primera vez para desahogarme. No sé explicar la sensación… allí me sentía segura, el que nadie me leyera me daba una libertad única. No todo fue bueno, empecé ese blog para ayudarme, me sentía tremendamente perdida y aturrullada. Mi problema de autoestima estaba en su punto álgido y necesitaba un lugar en el que desahogar esa parte de mi vida que nunca he entendido, mi sumisión.


Siempre, desde niña, quise ser escritora, sueño que las profesoras de mi colegio se encargaron de aplastar: sí sí escribes cosas muy buenas pero has sacado un 7 en vez de un 10 ene l examen de memorizar como papagayos. Como véis me metieron que da igual lo "bonita" que seas, lo único que vale es ser perfecta. Ya en bechiller, en otro instituto, mi maestra de lengua me animó escribir, a seguir por ese camino. Pero ya era demasiado tarde, el sentimiento de que no lo conseguiría, de que requería un nivel que yo no tenía, la sensación de que no era apta para cumplir mis sueños se había instaurado en mí. Me tiré muchos años sin escribir nada, olvidé lo beneficioso que era. Y un día sola en casa, angustiada con sentimientos y palabras en el cerebro, decidí abrir un blog. Cuando publiqué mi primera entrada fue algo indescriptible, la nostalgia de mis relatos de infancia, la sensación de desahogo y lo bonito de la escritura volvió a mí. Nunca he sido una intelectual, soy inteligente pero demasiado impaciente como para controlar expresiones, como para seguir unas reglas al escribir… solo quiero plasmar mis emociones, nada más. Mis primeras entradas están llenas de comas, de acentos de más y de menos, de palabras que se repiten, de letras que faltan. Pero me daba igual, yo solo quería transmitir mis angustias, mis recuerdos y mis vivencias de la cabeza al teclado. Nadie me leía, no quería llegar a ningún sitio con ello. Pero llegó el día en que mi problema interno mejoró, empecé a valorarme, empecé a ganar la seguridad suficiente como para salir de mi rincón… y llegó "Azote y café". Para entonces yo ya estaba exigiéndome a otro nivel, ya sabía que me leían, la responsabilidad se posó sobre mis hombros haciendo que me costara mucho más escribir, tenía miedo a decepcionar…



Pero volví al rincón, por una noche volví al rincón, sentí de nuevo la intimidad, el resguardo, la protección… y lo supe, supe que tengo que rescatar esas sensaciones, volver a escribir única y exclusivamente para mí, es algo que me debo. Salí de una depresión, salí de una falta enorme de confianza, salí de una oscuridad horrible que me acompañaba desde muy pequeña… ahora en la luz no puedo ponerme unos listones que me hagan volver a recaer. Cuando volví al rincón me dieron ganas de quedarme allí, de acabar con todo esto, recluirme de nuevo. Y me dio miedo, es cierto que esos relatos me recuerdan cosas buenas pero también están llenos de inseguridades y angustias que hoy en día no tengo. Así que después de estos días dándole vueltas he entendido que la clave no es volver atrás, la clave es pensar en mí, seguir trabajándome, no perder de vista el porqué hago las cosas, no perder de vista qué me hace feliz, disfrutar de cada cosa que vivo y escribo sin listones ni metas. Un día estaba muy angustiada por si no conseguía mis objetivos, Él se dio cuenta y me preguntó: "Amo, sé que puedo llegar lejos, todos me decís que valgo mucho, que tengo lo que hay que tener para cumplir mis sueños, pero... ¿Y si no llego?¿Y si no es cierto? Me sentiría tremendamente mal y muy frustrada". Él muy serio me regañó, con uno de Sus regaños que no lo parecen, simplemente conduce tranquilo mientras te habla, mientras te dice lo injusta que eres con la vida, por no disfrutar de lo que ya te ha brindado. Una de Sus lecciones, que en el momento te angustian más que ayudar, porque no es lo que querías oír, porque te hacen ver que se te pasa la vida corriendo detrás de un galgo que ya tienes cogido por la correa, corriendo detrás de una felicidad que ya te rodea. Eso fue a finales de Agosto, desde entonces mucho en mí ha cambiado. No me presiono tanto, no me exijo ni me angustio por lo que aún no tengo y saboreo cada cosa que sí. Estoy adaptándome a la vida lenta y tranquila. Y eso lo pienso aplicar al blog también, cuando abrí “Azote y café” tenía muchas expectativas, muchas cosas que quería abarcar… pero olvidé mi origen.



Me váis a perdonar pero por un tiempo escribiré única y exclusivamente para mí.

8 comentarios:

  1. Yo, y creo que prácticamente todas las personas que escribimos un blog en donde plasmar (o... descargar) parte de nuestro sentir, hemos tenido esas sensaciones que describes...
    Creo que lo que escribes está en ti, es parte de ti y como tú misma, puede gustar más o menos, otras personas pueden empatizar o no... Pero no hay que darle demasiada importancia, en definitiva, lo hermoso de lo que escribes es que, simplemente es parte de ti. Compartes una parcelita de tu ser.
    Como alguien que escribe un blog para sí misma (no sin algun que otro disgusto en alguna ocasión, precisamente por escribir con claridad la verdad de lo que siento, deseo, sueño...) te animo a seguir escribiendo solo para ti y te agradezco que nos permitas a quienes te leemos, entrar a deleitarnos de ese rincón hermoso que es tu sentir.
    Me encanta leerte cuando lo haces para los demás, pero más aun, cuando lo haces solo para ti.
    Un abrazo enorme preciosa y mis respetos a tu Señor.

    vera.

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  2. Yo llevo mucho tiempo escribiendo para mí
    Disfrutando mis sensaciones y mis emociones.
    Así que sólo te puedo desear eso, paz y serenidad para disfrutar de lo que eres, de lo que tienes y de lo que te depara el futuro junto a esa magnífica familia que te rodea.
    Chao linda

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  3. Después de leer esta entrada, me he sentido con la obligación de agradecerte que tengas este blog, por todo lo que he aprendido leyéndote porque he descubierto a una persona maravillosa con una relación 24/7 muy real, que me ha ayudado a saber que una relación así es posible.
    Para mi eres un ejemplo de superación.
    Un abrazo.
    Mía

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  4. querida Pelusilla, querida Angela.... no se a cual de las dos he estado leyendo y conociendo durante el ultimo año (a colación de un twit tuyo) , primero desde el rincón, después desde el salón de café. Una mujer muy sabia dijo "toda clasificación queda anomalías" así que no clasificaré lo que tu amablemente y de forma muy generosa me has dado a conocer de ti, entre Pelusilla o Angela.

    En otros correos, ya te he dado las gracias por lo que generosamente y con honestidad extrema compartes. Hoy te quiero pedir perdón por no haberte reconfortado nunca, por no haber respondido a tus últimas entrada de forma sabia y consoladora. No es que no quisiera, no es que no tuviera tiempo, no es que no te entendiera o hiciera mio todo lo que escribías ( el universo esta lleno de cosas que no entiendo y por eso no dejan de ser verdades). La razón por la cual no te he "consolado" es porque soy torpona con las palabras y me temo que he aprendido poco de la vida , para poder decirte nada que te reconfortara.

    Pero he aprendida alguna cosilla y porfa, déjame compartirla contigo. El infierno es añorar aquello que decidiste no hacer por miedo, por prejuicios propios, por convencionalismos, por.... si ya lo cantaba Sabina "no hay peor añoranza que añorar lo que nunca jamás existió", en resumen lo único que me pesa, lo único de lo que me arrepiento, es lo que no he hecho. Intenta que no te pasa lo mismo, no importa que los demás te entiendan o te juzguen, escucha tu interior y actúa (y por supuesto bloguea lo que te venga en gana).

    Cierra los ojos, que te mando un beso.....

    Lo.

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  5. Muchísimas gracias Marilo, acabo de volver de llevar a las peques al cole y, por una circunstancia bastante triste de otra persona, estoy extremadamente reflexiva. Y parece que ha sido magia que lo primero que he hecho es leer este comentario. Ha venido en el momento adecuado y de la forma adecuada. Gracias, ha sido un soplito de aire fresco.
    También te agradezco que no hagas distinción entre Pelusilla y Ángela, porque en verdad somos las misma, aunque haya personas que no hayan sido capaces de verlo y no hayan querido quedarse con el pack completo jaja.
    De corazón voy a hacer caso de tu consejo.
    Me ha llegado tú beso, espero que te llegue el mío de vuelta

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  6. Las gracias siempre a vosotros que me leéis y que me decís estas cosas tan bonitas. Un besazo

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  7. Jo, me alegra escuchar que alguien ha tenido las mismas sensaciones, ya sé que es consuelo de tontos pero me reconforta jajaja.
    Muchas gracias
    Un besazo

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  8. Bueno, a ti qué te voy a decir. Escribes para ti, pero me encanta cuando luego le das a enviar y me llega a mi correo jajaja.
    Un besazo

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