Una de las mejores decisiones que he tomado ha sido contarle a mi madre cómo soy. Ella siempre ha sido una mujer sabia y la única capaz de calmar algunos de mis torbellinos. El otro día estábamos de tarde de chicas comiéndonos una hamburguesa. Le contaba cómo me sentía con el blog y con algunas cosas que rodean a ser Suya. De repente me salió una pregunta que no le había hecho hasta ahora. Me pareció absurdo no habérsela hecho antes, yo que fui de esas niñas que tienen la certeza de que sus padres tienen respuesta para todo. “Mamá ¿Por qué soy así? Otras mujeres buscan independencia y yo solo quiero entregarme. Soy muy feliz, pero la duda siempre me ha acompañado ¿Qué hace que yo sea distinta, que busque lo que busco?” mi madre me sonrió: “Ángela, tú no eres diferente, no eres rara, no hay nada que te diferencie del resto. Eres completamente normal, porque lo normal es ser distinto. Mira estas hamburguesas, saben todas exactamente igual, las personas hemos hecho que así sea para ahorrar tiempo y simplificar el proceso. Pero eso no es lo normal, lo normal es que la comida tenga diferentes sabores, si traes aquí a una hamburguesa casera con mil matices de sabor distintos creerás que es diferente, pero no lo es”. (Sí, mi madre también es muy dada a metáforas absurdas para explicar cosas profundas jaja) Hablamos un rato sobre ello y lo comprendí.
Nos han hecho creer que es natural que todos busquemos lo mismo, sea lo que sea, en cada época la tendencia ha sido distinta pero la base igual. Ser clones, eso es lo fácil para la sociedad, es más fácil controlar a una masa homogénea que a una llena de matices distintos. Siempre acabo hablando de la homosexualidad pero es que me siento muy identificada. Algunos defienden que eso no es natural, que lo natural es que sea un macho y una hembra los que estén juntos con el fin de procrear. Porque los animales hacen eso, desde el cole nos enseñan que las características comunes de los seres vivos son: nacen, crecen, se reproducen y mueren. Los humanos somos animales, pero animales evolucionados. Los animales se guían por instinto, nosotros también tenemos la razón. Estudiamos, tenemos sueños y ambiciones, sabemos que no hemos venido al mundo solo a nacer, crecer, reproducirnos y morir… tenemos claro que somos mucho más que eso. Entonces por qué en la sexualidad nos agarramos a ese patrón, por qué nos aferramos a la idea de que todos debemos buscar lo mismo. Los humanos estamos avanzados en muchos aspectos, por qué en el amor y el sexo, en las necesidades, iba a ser distinto… Si evolucionamos fue para algo, aferrarnos al instinto y a descriptciones simplistas de lo que somos, de lo que es o no natural es despreciar el don que se nos dio. Los humanos somos distintos a los animales, a veces para mal, por qué no plantearnos que lo somos unos de otros y que eso es lo normal. Ya está bien de ser hamburguesas de mcdonald y actuar como si eso fuese lo normal. Yo soy normal, me guste lo que me guste, sea como sea, me vista como me vista, me gusten los hombres y/o las mujeres, me haya casado o no… y la persona que sea todo lo opuesto a mí también es normal. No nací con ningún elemento raro en el cerebro que me hace querer pertenecer, nací con un cerebro humano hecho de matices, hecho para ser completamente diferente, un cerebro completamente natural. Ya está bien de querer buscar qué falló en la hamburguesa distinta, esa hamburguesa simplemente es la más natural.
Cuando hablamos de evolución, hablamos de que el hombre pudo empezar a adaptar el entorno a sus necesidades, que empezó a andar erguido por lo que podía usar las manos para manipular herramientas… hablamos de la evolución física, de lo que eso supuso para el avance tecnológico, pero siempre hemos cojeado. Hemos ignorado que el hombre evolucionó a unos niveles mucho mayores, empezó a explorar las sensaciones, a experimentar con los sentimientos. Mi perra se pone triste cuando me voy, no puede razonar. No puede darle vueltas a ese sentimiento y ver que luego volveré, o que si no le gusta puede irse y buscar compañía en otro lugar… siente amor hacia mí pero no puede explorar el sentimiento del amor. Nosotros sí, podemos jugar con los sentimientos, la naturaleza nos dio el don de los matices y nosotros nos empeñamos en agarrarnos a ese concepto básico de ser vivo, de que en superficie somos distintos pero en el fondo todos queremos lo mismo, qué error. No es normal reprimirse, no es normal ocultar lo que sentimos por no diferenciarnos, no es normal tener ese pánico a ser distinto, no es normal luchar contra las sensaciones con las que la naturaleza nos ha hecho convivir por salirse de un patrón que hemos establecido como sociedad, no como humanos naturales. Estamos demasiado preocupados de la sociedad y no somos conscientes de nuestro poder como individuos.
Yo soy normal, quiero vivir mi vida de la manera que la naturaleza me ha hecho necesitar, en definitiva quiero ser feliz de la manera que la naturaleza me dicta, no como me dictan los anuncios de la tele.
Cerrad los ojos, preguntaos cuál es vuestra naturaleza y, sea cual sea, preguntaos por qué no es tan natural como las demás…
Hola Ángela,
ResponderEliminarSoy científica. Para mi normal solo es una distribución estadística. La normalidad depende de los individuos que elijas para configurar una muestra.
El error es atribuir siempre a la normalidad un sentido de correcto. Normal en la Alemania nazi era matar judíos. Con todo el perdón del mundo por el ejemplo elegido.
Por mi profesión he viajado mucho. Cuando estuve en Finlandia tuve la sensación de que yo era muy parecida a aquellas mujeres. Ojos azules, pelo marrón, tez….normal. Pensé que podía pasar por una de ellas. Cuando estuve en Copenhague, en la cinta del aeropuerto esperando mi maleta, pensé que todas las mujeres que me rodeaban: guapas, rubias, tez blanca, altísimas… eran de una especie animal diferente a la mía. Las mujeres vikingas son en mi opinión las más guapas del planeta. Yo soy siempre la misma ( o parecida) pero depende de la muestra soy normal o no.
¿Eres normal? Depende de quién te compares. ¿ Es “bueno” ser normal? Pregunta tonta ( o muy tonta).
Lo que si es verdad es que la naturaleza no hace réplicas perfectas. Crea continuamente diversidades y evoluciona.
Ojala yo hubiera tenido el valor de mirarme y aceptar mi diferencia. Disfrútalo.
Un fuerte abrazo y una vez más gracias.
Lo.
Muchas gracias por tu comentario Marilo, me ha encantado esa perspectiva científica.
ResponderEliminarUn besazo
Igual es algo absurdo de decir pero no creo que ser distinto sea tan malo, el monarca Luis XIV fue quien empezó a ponerse alzas en los zapatos porque era muy bajo, seguramente en su época fue muy criticado por eso... y ahora los tacones nos encantan. La personalidad de Woody Allen no se caracteriza precisamente por su sobriedad y es lo que le hace especial... la excentricidad, sin ella sus películas probablemente no tendrían tanto éxito. ¿Ser normal en qué? Somos conjuntos de gustos, cualidades, etc donde lo normal puede ser unas veces lo estándar, lo aburrido, la media de la cual huir para diferenciarse y otras veces lo necesario, lo sobrio y con lo que pasar desapercibidos. Yo creo que pensamos demasiado en esas cosas... siempre y cuando estemos bien con nosotros mismos (sin dañar a los demás) si entramos en lo normal bien y si no, también.
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