martes, 17 de noviembre de 2015

Adiós BDSM

Lana del Rey - Summertime Sadness


Últimamente tengo una especie de tristeza alegre. Estoy contenta porque empiezo a entender muchas cosas de mí, empiezo a ver qué soy y qué no, pero por otro lado me siento triste porque me alejo cada vez más de un mundo que me ha dado refugio en momentos en los que necesitaba algo a lo que agarrarme por no sentirme una loca a la deriva. Esa sensación que te invade cuando has vivido un gran verano, cuando has estado enamorada de un chico unos días pero sabes que era solo un amor de vacaciones. Estás alegre y triste a la vez, piensas que ha sido bonito pero que llegó su final. Así me siento yo con el BDSM, ya ha llegado el momento de alejarme de él, ahora que lo pienso desde que leí la primera vez sobre este tema supe que algún día acabaría, creí que sería en forma de ruptura con mi pareja, pero hoy veo claro que con quién rompería sería con las siglas. Nos empeñamos en encajar en un mundo, cuando no hay que encajar en nada, simplemente tienes que encontrar tu manera de ser feliz. Yo para serlo tengo que soltar los títulos y las normas del BDSM. No soy una sumisa, ni soy una esclava, solo soy una puta a la que han sometido. Quizá vosotros desde fuera penséis que aunque diga esto cumplo los requisitos, que aunque lo niegue pertenezco al BDSM, y es cierto que nuestra relación se parece bastante a una relación BDSM, pero luego hay puntos que son contrarios, puntos en los que no siento que encajemos, ni por prácticas ni por carácter. No veo justo que defienda una y otra vez que soy sumisa cuando no lo soy. Llamo Amo a mi Amo porque le pertenezco pero no es un Dom, solo es un hombre con una mujer en propiedad. No se rige por normas ni está interesado en aprenderlas. Sinceramente no sé lo que somos, ayer le decía a una amiga que deberíamos crear otra forma de vida, porque no nos sentimos como debería sentirse una sumisa. Y no hablo de dolor ni nada de eso… quiero pertenecer con naturalidad, sí como si fuese natural pertenecer a una persona, sin consenso ni dogmas. Estoy cansada de analizar todo. Que si consenso, que si aftercare… me gusta que me humille, me azote, me folle el culo sin piedad y que después me dé un beso y me diga: “Apaga la luz”, sin más historias, esa sensación de que ese es mi papel, de que no tiene por qué darme el beso siquiera, que podría darse la vuelta y ni abrazarme para dormir. Habrá quienes penséis que eso es maltrato, pero es que yo no soy débil, tras una humillación, tras sentirme la puta más sucia de la ciudad no me siento mal, no me quedo devastada. Toda la vida he creído que era débil, que necesitaba que alguien me cuidase, pero poco a poco he ido sacando una fuerza increíble, pocas cosas me hacen daño auténtico a estas alturas. Me siento lo suficientemente fuerte como para entregarme sin condiciones ni límites, sin caricias después de una humillación. Soy fuerte mirándolo desde mi sitio, a Sus pies. Me siento feliz cuando lo veo disfrutar sin preocupaciones, sin que por Su cabeza pase ni una vez: ¿Esto está bien?¿Lo hago bien?
Veo que soy referente para algunas sumisas y no me parece bien, yo no hago las cosas ni me rijo por los estatutos bedesemeros, por lo que no veo bien seguir engañando diciendo que soy parte de este mundo. No soy una sumisa, no soy una esclava, solo soy una pertenencia. El otro día me dijo: “Te jodes, es la vida que has elegido, mejor dicho, es la vida que te ha tocado”. Y es cierto, es la que me ha tocado, me da igual si está bien o mal, si esto es BDSM o maltrato, es la única forma que tengo de ser feliz. Ojalá fuese sumisa, ojalá fuese tan fácil que mi cerebro aceptara esa definición… pero hay cosas que no me encajan, a veces en twitter tengo la sensación de ir contracorriente, como si fuese el loco del chiste, sí ese que anuncian por radio que un camicace va en dirección contraria por la autovía, el loco mira por la ventanilla y dice: ¿Uno? Y otro y otro y otro… Ha llegado el momento de admitir que el camicace soy yo, que la que interfiere y va al revés soy yo. Que no puedo dar lecciones de un mundo al que no pertenezco. Quería encajar, no sé por qué tenía esa necesidad, como si no estar dominada bajo el manto de BDSM no fuese estar dominada. Buscaba un mundo en el que existir cuando donde existo es en nuestro mundo. Quizá creáis que esto son desvaríos, que estoy loca, o simplemente confusa, pero cada vez tengo más lucidez, cada vez veo más claro que hay que huir de las casillas y la norma.
Soy fuerte, no necesito protección aunque me dejo proteger, puede hacerme lo que quiera que nada me romperá. Por esto es tan importante construirse a una misma, porque así puedes estar tranquila de que nada te destruirá. Él no tiene que estar preocupado de pasarse o no llegar, Él solo debe de preocuparse de hacer lo que quiera. Si creéis que esto que digo es una locura, pensad que el resto de mundo no te quiere como te quiere tu dueño, que el resto del mundo no va a darte caricias y mimos después de putearte. Estoy harta de sufrir con cordón de seguridad. Tengo claro que mi Amo me quiere, y que jamás cruzará límites muy extremos, pero a mí eso me da igual, si quiere hacerlo que lo haga, estoy harta de sentir que en mi vida hay sentimientos y sensaciones que nunca aparecerán. Quizá de verdad no tenga que pasar por ciertos sufrimientos, pero quiero dejar de sentirme inmune. Como si antes de nacer me hubieran vacunado contra el dolor real. Cuando mi abuelo murió, el dolor fue horrible, porque nunca pensé que tuviera que enfrentarme a eso, como si en mi mundo de fantasía las personas a las que quiero nunca fuesen a morir. No voy a vivir asustada, pero tampoco voy a vivir como si nada fuese a cambiar, como si no fuese a sufrir más de lo que he sufrido hasta ahora.
Bueno, que me enrollo. Entiendo que esta entrada os provoque opiniones contrarias, que creáis que esto no está bien y bla bla bla… la libertad de expresión existe y podéis ejercerla pero ya os aviso que no necesito que me abráis los ojos, ni me protejáis… esto es mi vida y la vivo como me da la gana.
Y ya lo sé, aquí hay cosas que no son BDSM, por si no ha quedado claro, de eso iba la entrada.

3 comentarios:

  1. Pelusilla, te diré que te equivocas, sí que ya eres una de las cosas que has negado.

    Tu Amo ya te usa para lo que le viene en gana, tú ya no tienes ningún tipo de poder. El manda y tú obedeces, no hay más.

    Tienes razón, no es BDSM, ya no eres una simple sumisa. Creo que a estas alturas, ya has superado todo eso.

    Esto ya no es un juego, esto ya es una realidad con todo lo que ello conlleva.

    Eres una simple propiedad de tu Amo, sin ninguna clase de derecho a nada, y en eso deberías ya volcar tu vida. Dejando atrás cualquier cosa de tipo personal que tu Amo no desee.

    Eso tiene un nombre y tomarlo ya en serio al 100 % de lo que eso significa.

    Eres una esclava.

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  2. Yo creo que en un post más antiguo ya se intuía que a ti lo de catalogarte en un grupo no te cuadraba, pero que más da en que grupo uno pertenece mientras se sea feliz? Si no tiene nombre lo que tu crees que vives y "marido y mujer con reglas propias" no te vale, inventante tu el nombre o no! Que más da? Hakuna Matata!

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  3. Ains yo creo que una propiedad sometida a su Dueño es sumisa y que al Dominante lo hace Amo su forma de ser y no las prácticas que le gusten. El BDSM es muy amplio y para mí incluye besos... La persona de la que yo más he aprendido sobre esto es un Amo que no quiere saber de protocolos ni de nada, que es instintivo y toma lo que pertenece como quiere. Para mí es eso lo que lo hace Amo... Amo primitivo quizás, como Él se define.

    Yo no sé si serás sumisa o no, si lo vuestro será o no BDSM yo sé que te descubrí en twitter, me siento muy identificada con tu forma de ver las cosas y estoy aprendiendo muchísimo sobre sumisión leyendote.

    Asi que muchas gracias.

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