miércoles, 6 de septiembre de 2017

Inaugurando la temporada


¡Primera entrada de Septiembre! El jueves pasado ya publiqué un cuentecillo, pero con esta entrada me despido oficialmente de las vacaciones e inauguro la nueva temporada. Este mes es un mes que me apasiona, vuelvo con las pilas cargadas, con muchísimas reflexiones hechas, con sensaciones nuevas y la mente despejada. Ha sido un verano maravilloso, de los mejores que he vivido, y no por las cosas que hemos hecho sino por cómo he conseguido vivirlo. El verano es una época complicada para mí, por un lado me gustaba pero por otro me ponía en un estado de irritabilidad, de mal humor, incluso depresiva. Durante varios veranos me propuse ir trabajándomelo, aprender a disfrutar ya que creo que lo que me ocurría es que se exageraba ese horrible mecanismo que tengo dentro de autoboicotearme, de no dejarme ser feliz. En los últimos veranos ya noté mejoría, pero este ha sido el clave, ese en el que te das cuenta de que eres capaz de disfrutar y vivir el momento. Pero aunque ha sido genial ahora toca saborear otras sensaciones que también me encantan: Plantear nuevos retos, nuevas metas, reorganizar, limpiar a fondo, hacer cambios, cerrar capítulos, prepararme para un nuevo curso. Reiniciarme es algo que adoro.


Cuando me fui de vacaciones estaba hecha un lío respecto al blog, seguía teniendo muy presente quién me lee y elucubrando demasiado qué desea leer quien lo hace. Y ese era el problema, la perspectiva, enfocaba el blog de fuera a dentro, pretendía sacar de mí lo que esas personas imaginarias querían, en vez de posicionarme de una vez por todas de dentro a fuera. Esto es algo recurrente en mi trayectoria en el blog, ese necesitar volver al origen para darme cuenta que este proyecto empezó por y para mí, y que eso no puede cambiar ya que me conozco y sé que por otro camino acabaría dejándolo. Me he dado cuenta que ser consciente de que lo que escribo ayuda a otras personas me abruma y me confunde. De repente tomo la responsabilidad de seguir haciéndolo, como si esa fuera mi intención desde un principio. Y no, esto empezó para ayudarme a mí, ese proceso ayudó a otras personas y eso debe seguir siendo así. Aunque suene más egoísta, aunque quede precioso decir que esto lo hice para otros… pero no es cierto, me encanta ayudar “de rebote” a otras personas, pero eso es algo casual. Creerme que tengo la obligación de ayudar es otra forma sutil de soberbia, y ya sabéis que se la tengo jurada a esa… ¿Quién leches soy yo para ir por la vida ayudando a nadie? Y no lo digo desde el no valorarme, lo digo desde que yo soy una persona con sus cosas buenas y malas, pero sin nada más especial que mi empeño por crecer. Así que seguiré escribiendo sobre ese proceso y si leerlo ayuda a alguien más, genial. Por otro lado intenté dividirme, intenté llevar dos blogs para expresar distintas cosas de mí, distintas partes… eso tampoco dio resultado, no sirvo para dividirme, soy un completo para bien o para mal. Hace poco una amiga que me ha ayudado mucho a enfocar bien las cosas, me dijo que mi blog debe ser como mi casa. Esta metáfora me ayudó muchísimo. En mi casa hay muchas habitaciones, muchas cosas que me representan, en ella puedo hacer muchas actividades que adoro hacer: meditar, sentarme en el jardín, ver series, estar de barbacoa con amigos, follar… en mi casa también me angustio, lloro, me enfado… Cuando vienen invitados se integran, esta casa tiene algo que el que viene se siente parte de ella, aunque cada uno es libre de elegir qué de ella vive. Con todo este rollo lo que quiero decir es que por fin comprendo (aunque ya lo sabía no me había calado) que este es un blog personal, que no es un blog temático, soy yo hablando de mis cosas, y mis cosas son muchas y variadas. Que no tengo que escribir pensando en qué querréis leer, sino escribir de lo que quiera, abrir mis puertas y dejar que cada uno elija en qué habitación quiere entrar y en cuál no.


Como siempre cuando escribo mis procesos los veo tan simples que digo: Ángela ¿De verdad has tenido que angustiarte tanto y darle tantas vueltas a algo tan simple y lógico? Pero yo soy así y así he de quererme jaja.


Dicho todo esto, solo me queda decir que espero que vuestros veranos os hayan llenado de vitalidad, la suficiente para afrontar este nuevo curso que llega y que presiento será importante a muchos niveles.


Y ya sí, doy inicio a esta nueva temporada, gracias por estar ahí.

3 comentarios:

  1. Pues yo te entiendo perfectamente, porque tengo varios blogs y en ellos hablo de cosas distintas. Pero tú eres valiente. Creo que esa es la palabra. O como tú dices, que me encantó, tu blog es tu casa y en tu casa haces miles de cosas. Pero eres la misma. Siempre.
    A veces, yo también me divido. Y no en uno sino en muchos pedazos. Pero siempre me recompongo y sigo siendo la misma. Quizás un poco más sabia y un poco más libre. Porque aprendo cada día.
    Pero todavía no soy capaz de unificarme. De escribir lo que siento en un solo lugar. Este nuevo lugar no lo conoce nadie. Es mucho más personal y me duele más. Supongo que todo tiene su proceso.
    Lo que sí sé, es que cada uno debe escribir sobre lo que siente. Sin condicionarse.
    A mi me encanta leerte y siempre aprendo de ti algo nuevo.
    Te agradezco.
    Un enorme abrazo!

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  2. Me alegra volver a leerte, y que hayas tenido un buen verano. Qué familiar me suena eso de autoboicotearse jeje. Pero bueno todo es ir aprendiendo poco a poco, a mi me ayuda leerte, pero tal y como dices no serviría de nada que escribieras pensando en los demás, este es tu blog, hecho por y para tí y quien tenga la suerte como yo de serle util, estupendo, y a quien no le sirva pues hay miles que seguro que alguno le llena. Eso es lo bonito, la diversidad. Pero es verdad que a veces tenemos esa tendencia de pensar en lo demás antes que en una misma. A por septiembre!!!! Saludos desde Málaga

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  3. Se puede decir más fuerte, pero no más claro! Me encanta y me acaba de dar en el clavo.
    Haces simple lo complejo.
    Joer! Esta niña!

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