lunes, 29 de mayo de 2017

Enferma

Hasta los 21 años me sentí rara, enferma, me reprimí. “Esto que sientes está mal””Eres una loca pervertida” y un sinfín de frases horribles que me repetí durante esos años. A los 21 años decidí enfrentarme a eso y llegó mi época dorada. Me sentía genial, libre, “normal”, no había nada que me dijese “reprímete” no está bien lo que eres, ya no me sentía enferma, solo me sentía yo. Pero la fuerza se demuestra en la regularidad, no en el instante. Y yo aún soy fuerte a ratos. Seguro que cuando diga esto alguien pensará: “No seas tonta, no hagas caso de los demás”, “A mí no me afecta lo que digan” y yo les doy la enhorabuena por ello, pero si de algo puedo presumir en este blog es de sinceridad, y sin yo querer, sin darme cuenta, incluso cuando creía que no escuchaba sandeces, de repente, un día me encontré con un pellizquito dentro que no tenía.


El sábado vimos “La Venus de las pieles” de Polansky, no puedo decir que no me gustase, es una película genial para enfrentarte a ti mismo, para sacar tus verdades a flote. Analiza el sadomasoquismo y las relaciones D/s, y su conclusión es a la que llegan en la mayoría de los casos: está mal, es de enfermos. Evidentemente no fue solo la película lo que ha calado en mí, fue la gotita que me faltaba para darme cuenta de que algo había cambiado en mí, que ya no estaba tan segura de todo, que algo había calado en mi en este tiempo y no, no es nada bueno. Desde que “salí del armario” en redes sociales y demás he ido leyendo a personas que veían el BDSM como algo malo. Al principio no les hacía caso,  veía claramente su error, o eso creía yo. Hace unas semanas leí el hilo de una chica en twitter que analizaba porqué el BDSM es machista, sea en la situación que sea, incluso cuando es la mujer la que domina. No recuerdo las palabras, solo sé que noté cómo esas palabras me hacían sentir de una manera muy concreta: me hicieron sentir enferma. Y me puse a pensar, a analizar… pongamos que esa chica y todas las que dicen cosas similares llevan razón, o pongamos que ellas lo hacen con su buena voluntad de mejorar la sociedad, pongamos que yo le escribo y le digo: tu palabras me han calado ¿Qué se supone que tengo que hacer yo?. Aunque todo lo que dicen fuese cierto, mi felicidad se basa en eso que ellas tachan de tan negativo ¿Tengo que volver a reprimir mis sentimientos?¿Tengo que dejar de ser feliz?. Y entonces volví a mi, ya recurrente, comparativa con la homosexualidad. Esos tiempos en los que las teoría “lógicas” decían que lo que tenían era una enfermedad, y me imagino a ese pobre muchacho escuchando atento cómo esas personas “se preocupan” por él y su “enfermedad”, a ese pobre muchacho llegando a una conclusión: estoy enfermo. ¿Acaso eso cambió algo? ¿Acaso no hemos visto más adelante que no era una enfermedad? Hay que tener cuidado cómo buscamos el bien y mejora de la sociedad porque a lo mejor estamos consiguiendo todo lo contrario. A esas mujeres, no las voy a llamar feministas puesto que sería enturbiar el verdadero feminismo que me parece maravilloso y del que me siento parte, que dicen querer defender la libertad y bienestar de sus iguales juzgando y generalizando yo les diría:


Hola, me llamo Ángela, soy una mujer. Era feliz, me sentía genial, pero gracias a vuestras palabras me siento una enferma que “daña” a las otras mujeres solo por querer ser y vivir como me da la gana. Me habéis hecho sentir una enemiga del poder de la mujer, cuando es lo que he buscado en mí siempre, gracias a vuestras teorías lanzadas desde vuestra visión, única y exclusivamente, me habéis hecho plantearme si debería reprimir mis sentimientos, porque vosotros lo llamáis manipulación del patriarcado y yo lo llamo sentimientos, que han estado ahí desde que nací, que es lo que yo he buscado para ser feliz. Y eso es lo que no entendéis porque sólo os ponéis en los zapatos de las mujeres que os conviene, porque no os ponéis en los de todas. Poneos en mis zapatos pero no con vuestra visión, por supuesto, eso no vale, eso es trampa. Imaginad que lo que vosotras anheláis para ser felices, ese sentimiento de buscar la vida ideal para vosotras, es lo mismo que siento yo, da igual que sean cosas distintas, son sentimientos. Y ahora imaginad que alguien os dice que eso está fatal, que no está bien ¿Cómo os sentiríais? Mal, ya os lo digo yo. Y yo no estoy en vuestra contra, decís cosas muy inteligentes y llenas de sentido, pero sin ninguna empatía, perdonadme pero es la realidad. Si la tuvieseis lucharíais sin dañar a las que pretendéis ayudar. Hay muchas cosas que reivindicar, muchas causas por las que luchar, el BDSM en sí no lo es, porque os arriesgáis a cruzar la fina línea que hay entre mejorar el mundo o delimitar la libertad de otras mujeres “por protegerlas”. A un pájaro en una jaula no se lo come otro animal, pero se muere de pena. Yo no vivo en una jaula, yo vuelo libre y vuelvo al lado de quién yo elijo en las condiciones que yo elijo, y me gusta mi vida tal y como es. Otra cosa muy distinta es perseguir y denunciar el abuso, que puede darse en cualquier tipo de relación, vainilla, BDSM, homosexual… Pero perseguid el abuso en casos concretos, no generalicéis, recordad que generalizar es muy malo  y muy peligroso… recordad que el límite entre ser el “bueno” y el “malo” es muy fácil de cruzar. Para que lo entendáis mejor os recuerdo que hubo médicos que creían que ayudaban a sus pacientes con problemas mentales y hoy sabemos que los sometían a auténticas torturas. Es una exageración, por supuesto, pero creo que se ve muy bien cómo a veces creemos que ayudamos y lo que estamos haciendo es entorpecer la búsqueda de la felicidad de los demás. Y sí, enhorabuena, en mí habéis sembrado la duda de si lo que yo siento está bien o mal, si es el machismo histórico que está impreso en mi ADN, pero eso no me ha ayudado en nada, al revés, sigo sintiendo lo mismo, sigo eligiendo ser feliz como yo sé que puedo serlo, lo que sí habéis conseguido es que me sienta una enferma por ello. Gracias, hay miles de mujeres que necesitarían apoyo para sentirse mejor pero, en cambio, habéis conseguido que una que se sentía genial, se sienta mal. Y me diréis “si hemos sembrado la duda será por algo” y yo os digo que si coges a una persona y empiezas a lanzarle mensajes negativos sobre lo que es una y otra vez, inevitablemente consigues una reacción negativa en ella, al final consigues sugestionarla. Solo os pido que analicéis lo que decís, yo nunca he dicho que todas tienen que ser como yo, he defendido mi manera personal de vivir ¿Y vosotras? ¿Les decís a las demás qué hacer y cómo vivir? ¿Os metéis en sus vidas sin conocerlas? Analizad bien lo que decís a ver si en vez de la libertad lo que buscáis es cambiar unas normas por otras y, lo siento, pero eso no es libertad.


Pero que nadie se preocupe o se asuste, soy muy capaz de superar esa sugestión, a esta vida he venido a ser feliz y eso es inamovible. Esto es una etapa y en el fondo fondo sentirme así me ayuda a “luchar” por normalizar este tipo de sentimientos, que sentirme así me hace ser más consciente de lo imprescindible que es sacar a la luz lo que somos de verdad y pelear con nuestro maldito ego y su manía de agarrarse a cualquier cosa para hacernos sentir mal, para auto boicotearnos. Me hace ser aún más consciente de lo importante que es fortalecerme, ganar en seguridad mucho más de lo que ya lo he hecho, me hace ser consciente de que esta guerra no acaba nunca, que hay que ir batalla a batalla… me hace ser consciente de lo importante que es seguir afianzando mi poder y mi conocimiento de él, frente a todos y todas. Al final a ese pellizco tengo que darle las gracias, me ha devuelto una chispa que había perdido, y le da aún más sentido a lo que voy a hacer en unas semanas…


Mi conclusión es una muy simple: aunque hayan conseguido hacerme sentir una enferma, una voz mucho más fuerte dentro de mí me grita que no lo soy.

2 comentarios:

  1. Te diré algo.

    En el feminismo sí que hay mujeres que buscan la igualdad y todo eso pero ¡cuidado!, dentro de ese grupo de feministas hay un sector muy numeroso que realmente no sienten lo que dicen y buscan en el feminismo un primer paso para luego dar el segundo, y ese es el de estar por encima del hombre.

    Al fin y al cabo, el feminismo siempre tiende a partir de la base de que la mujer es la "víctima", incluso en aquellos casos en los que sea la "verdugo". Por ejemplo, en el tema de las denuncias falsas por Violencia de Género.

    Las luchas de poder no es algo masculino, es propia de los seres humanos. Igual se manifiesta de diferente manera pero la base es la misma. El egoísmo es típica de todos los seres humanos o, al menos, de una gran parte de los mismos.

    Si esa "feminista" que dijo eso sobre el BDSM, lo que debería haber dicho es que el BDSM es otra forma de expresar los deseos de los individuos, sean hombres o mujeres, y que siendo consensuados no tienen nada de malo.

    El problema es que lo que pretende es censurar la libertad de los individuos, imponiendo su visión negativa hacia el BDSM, por considerarlo en una buena parte de los casos, una forma de poder del hombre sobre la mujer.

    ¿No será que la mínima visión de una mujer de rodillas frente a un hombre es un daño para su propio ego y trata de criticar aquello que a ella no le gusta, aunque la chica arrodillada en cuestión esté usando su libertad de hacer lo que le de la gana?

    Va a ser que sí.

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  2. Cada uno hace lo que le hace bien o lo que al menos cree que le hace bien. Si lo tuyo es "esta nanera" y eso no perjudica a nadie no hay cuestionamiento posible. Aunque por supuesto puede haber ciento de opiniones
    Te gusta? Sí
    Perjudicas a alguien? No
    Entonces? Adelante
    Saludos

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