jueves, 24 de julio de 2025

Esta locura del 24/7

Hoy es 24/7 y no iba a escribir nada, quizá recordar una entrada antigua, total, ayer ya publiqué después de mucho tiempo… Pero he subido a recoger nuestro dormitorio, me he puesto música y ha sonado esta canción de Siloé, he pensado en lo mucho que me gustó cuando me la cantó en aquella discoteca de tardeo creyéndonos indies…

Tenía su polo en las manos, lo he olido y he pensado en cuando suene en directo en el Granada Sound, he imaginado que el mundo desaparecía y se la cantaba porque, aunque me la cantó Él primero, lo cierto es que me siento totalmente identificada, es completamente mutuo. Le he subido el volumen y la he cantado en bucle, hasta me he emocionado como la llorona intensa que soy.

Me venía ese 24/7 a la cabeza, como esa locura que es, que me arrasa, que me devora, esa locura que hace que me sepa tan Suya en cada momento que nada podría hacer que no lo fuese ni un solo instante del día. Y recuerdo cuando nos alejamos, recuerdo cuando me preguntaba si estaría mejor sin Él, recuerdo el día que le dije “Es mejor que nos separemos. Cuando vuelva a casa será mejor que ya no esté, no puedo soportar ver cómo se va”, recuerdo el dolor de aquellas palabras, sabiendo que nada podría hacer que no lo anhelase cada minuto, de cada hora, de cada día con su noche. Recuerdo el dolor de saberme tan Suya aún lejos, saberme tan de alguien que probablemente dormiría abrazado a otra mujer. Recuerdo el dolor de ese 24/7, ese que odié por saber que no sería fácil de revertir, por no decir la palabra “imposible”. Ese 24/7 que sabía que me pesaría al besar a otro hombre, un lugar desde el que ya no podría amar a nadie más, pues “Nadie más estará nunca a la altura de los besos que me da”, el dolor de saber que era recíproco y que habríamos dejado que las circunstancias, las manipulaciones ajenas y nuestra propia incompetencia nos separasen, el dolor de saber que ambos nos anhelaríamos en cada penetración, el saber que nos echaríamos de menos en secreto, el saber que desearíamos nuestros cuerpos en la lejanía, que ataríamos nuestro deseo de besarnos y acabar follando en el suelo cuando tuviésemos que vernos al recoger o llevar a las niñas… Así que sí, ahora me siento una idiota por haber pensado en algún momento que nuestro destino era acabar nuestras vidas separados viviendo en el anhelo constante de haber sabido hacerlo para que el amor pesase más que los errores.

Hoy celebramos el 24/7, esta mañana en la cocina, tras prepararle su botella de agua para el trabajo lo he felicitado, y sin saberlo nos he felicitado, he felicitado a aquellos que supieron revertir una situación que parecía no tener solución, que supieron tomar las riendas en el más absoluto caos, que supieron estar por encima del ego, de la manipulación, de los errores, de las palabras dolorosas y dejar que el Amor venciese. Porque nuestro 24/7 se basa en algo que ahora parece estar tremendamente rechazado, juzgado, un horror… se basa en el “sin ti yo no sé estar” pero nunca me ha gustado ocultar la realidad, me da igual lo mal visto que esté necesitar... Pero es que nuestra realidad es esa. Necesito Su calor, Su voz, Sus dientes torcidos, Su polla dentro de mí, necesito ver Su cara cuando me penetra, necesito Su cabeza entre mi pechos mientras se echa la siesta, necesito oler y besar su pelo en ese momento, necesito viajar a Su lado, necesito las noches en el sótano cantándonos mientras nos miramos a los ojos viendo el amor más profundo en los ojos del otro, necesito el olor de Su sudor, necesito Su silencio, Su humildad, necesito Sus pellizcos, Sus manos en mi cuello, necesito Sus “demasiado permisivo soy”, necesito Sus miradas de “porque hay gente delante, sino te reventaba” y necesito cuando se acurruca entre mis brazos sintiéndose protegido y resguardado, necesito besarlo, atragantarme con su polla, necesito cuidarlo, amarlo de forma explícita y sin límites… Y no, no puedo negar, aunque en su momento lo negué hasta la saciedad, que si no hubiésemos estado juntos ese “si me necesitas llámame” estaría latente en mí 24/7, a cualquier hora, en cualquier momento, dispuesto a ser atendido sin duda, a responder a Su llamada sin dilación. Menos mal que no fue así porque de verdad el tiempo jamás nos hubiese perdonado que no estemos juntos.

Así que hoy dedico esta canción a celebrar ese pertenecerle, pertenecernos, cada microsegundo, de cada día de esotos 21 años y de todos los que nos queden. Celebro nuestra valentía de vivir el amor a nuestra manera, por raro que les parezca al resto, por mucho juicio que nos echen encima, por mucho que nos ataquen o calumnien, por mucho que alguien quiera pensar que “siguen juntos por costumbre, por las niñas…”, no tienen ni puta idea, ni se asoma a la inmensidad de lo que somos, de lo que es ser Suya 24/7, de lo que es ser mi Dueño 24/7. Y es que veo esos números y parece que limitan un tiempo, pero la realidad es que representan algo permanente, continuo, eterno… Unos números que tratan de expresar lo inexpresable, titular lo que no tiene título. Y es que lo cierto es que incluso en las peores, incluso de la peor manera, supimos mantener nuestro 24/7.

Él es la locura que no sé cómo frenar, que arrasa y me desnuda con los besos que me da. Y me viene con más fuerza, con más ganas de gritar… que sin Él, yo no sé estar, en este mundo, sin Él yo no sé estar.

Ay, Amo, qué bien que mandamos a todos a tomar por culo. Ay, Amo, qué bonita se me antoja la vida a Su lado 24/7 

No hay comentarios:

Publicar un comentario